El hombre que quemó a su ex pareja había sido condenado por golpearla

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El estupor por el brutal episodio de violencia de género contra una mujer que fue prendida fuego por su pareja, aún no cede en un sector de Berisso.

Ayer en medio de la conmoción que generó el caso, que este diario publicó en exclusiva, se confirmó que la víctima fue rociada con una sustancia altamente inflamable en la cara, el cuello y el pecho para, posteriormente, ser incendiada con un mechero.

A raíz de este ataque, Cathia del Rosario Sajami Pérez sufrió quemaduras tipo A en el rostro, que afectaron principalmente su nariz y también del tipo AB en el cuello y tórax, que le provocaron un edema.

Quien figura como principal sospechoso de este demencial acto es la ahora expareja de Sajami Pérez.

En este sentido, ayer salió a la luz un dato revelador que viene a demostrar que tanto las medidas de prevención y programas de concientización que se vienen impulsando a nivel gubernamental, como los castigos previstos en el código penal, parecen no alcanzar para combatir el flagelo de la violencia de género.

Según pudo averiguar este diario, el sujeto ya había sido condenado a un año y medio de prisión por agredir a Sajami Pérez. Además pesaba sobre él una orden de alejamiento y el cumplimiento de “un tratamiento de masculinidades en el ‘Programa Desaprender’”.

La medida fue dictada en julio del año pasado.

Sin embargo, pese a las medidas que se adoptaron, el sospechoso volvió a incurrir en el mismo delito e incluso subió el nivel de violencia empleando alcohol etílico.

Como lo indican distintos estudios, los hechos de violencia han pasado a convertirse en una realidad que parece estar enquistada en la sociedad, sin distinción de clase, situación económica ni franja etaria.

Hasta el momento, la Policía ha podido reconstruir que a poco de iniciar el foco ígneo fue el propio atacante, quien se encargó de sofocarlo.

No obstante, a raíz de la exposición a altas temperaturas, la mujer sufrió graves heridas y en ese marco el sospechoso decidió trasladarla a un centro de salud para que la atendieran.

Siempre en base a la versión oficial, el sujeto abandonó a la mujer en la puerta del Hospital Larraín, pero antes de retirarse la amenazó con que “mataría a sus hijos” si revelaba detalles de lo sucedido.

Siguiendo las instrucciones del agresor, la mujer guardó silencio ante los médicos, aunque, por el tenor de las amenazas, decidió romper el silencio y contar lo sucedido a un familiar.

Fue la propia damnificada quien desde el nosocomio ubicado sobre la calle 5 entre 166 y Montevideo, se contactó con su madre para advertirle lo que le había sucedido.

Según indicaron fuentes policiales, la víctima reveló también que el sujeto le advirtió que periódicamente pasaría por el nosocomio para comprobar que se mantenía en silencio.

Ante esa situación, la madre se presentó en la comisaría de La Mujer y la Familia de esa ciudad, y radicó la denuncia penal. Ahora, el sujeto podría ser nuevamente detenido. Se aguarda la orden judicial.

 

Violencia de género

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