Dudan del protocolo médico por la mujer quemada en Berisso
Edición Impresa | 16 de Febrero de 2023 | 04:13

El pasado 23 de enero Cathia del Rosario Sajami Pérez fue abandonada en el Hospital Larraín por el mismo sujeto que tan sólo unos minutos antes la habría rociado con una sustancia altamente inflamable para después prenderla fuego.
Estaba con varias partes de su cuerpo en carne viva, producto de las altas temperaturas a las que fue sometida su piel por la combustión del alcohol que utilizó el atacante como colofón de una feroz seguidilla de maltratos que incluyeron gritos, amenazas de muerte, insultos y golpes.
También se encontraba inmersa en un fuerte estado de estrés y nerviosismo. No sólo por la feroz agresión que acababa de sufrir sino también porque, según consta en la denuncia, el responsable del hecho le advirtió que mataría a sus hijos si revelaba lo sucedido.
Además la amenazó con que pasaría diariamente por el centro de salud a cerciorarse de que estaba cumpliendo su orden de mantenerse en silencio.
Con toda esta carga, Sajami Pérez ingresó al nosocomio berissense.
Allí fue atendida, diagnosticada y se le practicaron las curaciones correspondientes. A raíz del grave estado en el que se encontraba, el equipo médico que la atendió optó por dejarla internada.
Permaneció allí durante dos semanas y en el hospital recién se enteraron de la situación que estaba atravesando el pasado domingo 12 de febrero, cuando la Justicia requirió su ficha médica luego de que la madre denunciara el maltrato.
Es en este marco que ahora se intenta determinar qué parte del protocolo para casos de violencia de género habría fallado en el nosocomio.
“Independientemente de la versión que haya aportado la víctima sobre el origen de las heridas, con todos los elementos que había a la vista, por lo menos se debería haber llamado a la Policía”, deslizó una calificada fuente judicial, que también cuestionó que, teniendo en cuenta el cuadro, le hallan dado el alta.
En la misma línea apuntó que ya se trabaja en la detención del sospechoso, quien, como informó este diario en su edición de ayer, ya había sido condenado a un año y medio de prisión en suspenso -en 2022- tras ser hallado culpable de golpear en reiteradas ocasiones a Sajami Pérez.
Cabe señalar que la situación salió a la luz casi quince días después del hecho luego de que la víctima decidiera romper el silencio y, desde el hospital Larraín, llamara a su madre para contarle lo sucedido.
Naturalmente, apenas su hija le dio esta información se dirigió a la comisaría para radicar la denuncia.
En su exposición la mujer reveló que a poco de iniciar el foco ígneo fue el propio atacante, quien se encargó de sofocarlo.
No obstante, pese al breve lapso al que fue sometida a altas temperaturas, la mujer sufrió graves heridas y en ese marco el sospechoso decidió trasladarla a un centro de salud para que la atendieran.
Siempre en base a la versión oficial, el sujeto abandonó a la mujer en la puerta del Hospital Larraín, pero antes de retirarse la amenazó con que “mataría a sus hijos” si revelaba detalles de lo sucedido.
A raíz de este ataque, Cathia del Rosario Sajami Pérez sufrió quemaduras tipo A en el rostro, que afectaron principalmente su nariz y también del tipo AB en el cuello y tórax, que le provocaron un edema.
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