Terribles relatos por la mujer secuestrada, drogada y violada en La Plata por un fisicoculturista

Mañana dará comienza el juicio contra Néstor Hermindo Monzón, el fisicoculturista acusado de haber secuestrado, drogado y violado en 2016 a una mujer en su PH de plaza Belgrano, en el Centro de la Ciudad, entre el 29 de octubre y el 3 de noviembre de ese año.

El proceso judicial, que fue suspendido en 2020 a causa de las restricciones por la pandemia de coronavirus, estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal III de La Plata.

Fuentes judiciales agregaron que como representante del Ministerio Público intervendrá el doctor Mariano Sibuet.

Monzón está imputado de “abuso sexual con acceso carnal reiterado y doblemente agravado y privación ilegítima de la libertad”.

El acusado, que en ese entonces tenía 50 años, estuvo detenido con prisión preventiva en la unidad carcelaria Nº 34 del Servicio Penitenciario bonaerense (SPB).

De acuerdo a la denuncia, la víctima, de 45 años, buscaba un trabajo adicional cuando un hombre apodado “Gurí” la contactó el 29 de octubre de 2016 en Plaza Italia y le dijo que conocía a alguien que podía ayudarla.

“Gurí” le comentó que sabía de un hombre (por Monzón) que ofrecía un trabajo administrativo con un sueldo de entre 10.000 y 13.000 pesos por mes y le indicó que se dirigiera con él hasta la vivienda del fisicoculturista, un PH de 36 entre 13 y 14.

Siempre de acuerdo a la acusación, “Gurí” y la mujer fueron hasta ese domicilio, donde el primero llevó unas bebidas alcohólicas y se fue, aunque la víctima no pudo abandonar el lugar.

La mujer denunció que el acusado la golpeó, la obligó a tomar ron y la violó impidiéndole toda vía de escape hasta la tarde del 3 de noviembre de ese mismo año, cuando la echó a patadas de su domicilio diciéndole que lo seguía la Policía.

Ella pidió ayuda en un kiosco de 15 y 34 y ahí se echó luz a esta historia macabra.

De acuerdo al hermano de la víctima, “ella se acuerda de que entró por un pasillo, se cruzó con un perro y le dijeron que fuera hasta la segunda puerta, al fondo. Allí la esperaba Monzón. Vio que había como una habitación, una camilla y algunas cosas tiradas. Cuando quiso preguntar, Monzón la desmayó de una trompada”.

Desde entonces, la narración que la víctima hizo fue muy confusa, ya que manifestó que la drogaban y estaba entre dormida mucho tiempo. Además, aseguró que la violaron reiteradas veces.

“A mi hermana la obligaron a hablar dos veces con sus hijos, para decirles que estaba bien y que la esperaran. Pero cuando mis sobrinos se quedaron sin comida y sin crédito en el celular llamaron a la abuela y a mí. Entonces empezamos la búsqueda”, dijo en cuanto a las maniobras de distracción de los agresores.

Los familiares de la víctima tuvieron contacto con Monzón, que en reiteradas oportunidades intentó engañarlos, hasta que hartos por el desdén, realizaron una denuncia policial.

“Desde allí lo llamamos y le informamos que la Policía la buscaba. Entonces nos dijo que la habían visto en la puerta de un kiosko, en 15 y 35, donde finalmente la encontramos. Estaba destrozada, arruinada, con golpes, sangre en todo el cuerpo, moretones y ropa que no era de ella”, recordó.

El fiscal Marcelo Martini, ya jubilado, fue el encargado de la instrucción.

“Los relatos son realmente estremecedores, no lo puedo ni terminar de leer, porque realmente son muy fuertes”, había graficado el responsable de la pesquisa por aquel entonces.

UN ANTECEDENTE

El caso es muy similar al registrado también en La Plata en el año 2013, cuando el disc jockey Jorge Cristian Martínez Poch drogó y violó a su novia, a quien mantuvo varios días cautiva en su casa, donde permitió que al menos otro hombre la abusara.

Durante la pesquisa, se estableció además que Martínez Poch había corrompido y abusado de sus dos hijas cuando eran niñas.

Por ambos hechos, el disc jockey fue condenado a la pena de 37 años de prisión, que fue convalidada en la instancia de Casación al revisar el fallo.

Cabe destacar que la fiscal del caso fue María Florencia Budiño, hoy magistrada de la Sala II, que tendrá que resolver los planteos en el caso de Fernando Báez Sosa.