Incendios de campos que no dan tregua en nuestra región

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La combinación de una sequía que se prolonga desde hace más de un año y de una temporada de calor extremo como la que viene corriendo explica la gran cantidad de incendios forestales que se declararon en la periferia platense, viéndose obligados los distintos cuerpos de bomberos a extinguir aquí y allá frentes de fuego para evitar daños materiales y peligros para las vidas de los vecinos.

Si bien en las últimas jornadas cayeron algunas lluvias y las temperaturas dieron un respiro, la sequedad de los pastizales y algunos pronósticos meteorológicos obligan a mantener un verdadero estado de alerta, entre otros motivos porque muchos de esos incendios derivan de actitudes imprudentes, cuando no intencionales, por parte de algunas personas.

Como dato ilustrativo corresponde reseñar que en los meses de otoño pasado desde uno de los cuerpos de bomberos de la zona se informaba que se había registrado el doble de incendios que en el mismo período de 2021, en una situación que dejaba y deja a la vista la necesidad de disponer en la Región de cuerpos de bomberos con suficientes recursos humanos y materiales.

Ahora se confirmó que este verano se vivieron días de riesgo extremo porque se registró una humedad promedio inferior al 30 por ciento, hubo vientos superiores a los 30 kilómetros por hora y más de 30 grados de temperatura. Y distintos frentes de fuego no dieron tregua a los cuerpos de bomberos de La Plata, Berisso y Ensenada.

Esos riesgos se multiplicaron en los barrios donde los vecinos queman su basura domiciliaria o los terrenos para tenerlos libres de pastizales. En este sentido los bomberos enfatizaron que cuando los vecinos pretenden realizar este tipo de acciones, deben ser comunicadas previamente a los cuarteles más cercanos, para que puedan estar atentos a los riesgos del caso.

Existen lugares como la Reserva de Punta Lara, los humedales, el Parque Ecológico o el Parque Pereyra Iraola, entre otros, de un enorme valor natural que en esta época de intenso calor corren serios riesgos de sufrir incendios. Como se recordará, hace un mes una línea de fuego de casi dos kilómetros afectó parte de la Reserva Natural Punta Lara y unas 16 dotaciones de bomberos combatieron las llamas hasta controlarlas.

No resulta ocioso enfatizar acerca de la incidencia negativa que tienen, tanto para la economía general como para la vida misma de cada una de las regiones, los grandes incendios de campos. De modo que parece como sobradamente justificado que se hayan encendido alarmas en la Región y que los cuerpos de bomberos anuncien la toma de medidas precautorias.

Los avances tecnológicos están permitiendo la aplicación de métodos y el uso de equipos capaces de combatir con mayor rapidez los distintos focos de fuego que puedan producirse y, para ello, el Estado debe ocuparse de asignar a las estructuras de defensa civil y a los cuerpos de bomberos con los recursos que hacen falta para combatir con eficacia estas siniestros.

 

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