Por fin se “descubrió” el poder de los narcos, que cada vez se extiende más

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Por MARIANO PEREZ DE EULATE

mpeulate@eldia.com

Parece que un día la política extra santafesina se enteró lo que sucede en Rosario con el narco. No es descabellado afirmar que si el ataque contra un supermercado de la familia política de Lionel Messi hubiera sido perpetrado contra el comercio de un ignoto laburante, nadie hubiera movido un dedo. Hubiera tenido el impacto de una noticia más en algún noticiero de mediodía. Efímero. Pero la vinculación familiar de los dueños del local con el astro mundial y el mensaje intimidatorio -aún cuando no se determinó su origen con certeza- convirtieron el episodio en un hecho global. Literalmente, todo el mundo habló de la amenaza al capitán de la selección argentina, el rey del fútbol.

Hace poco más de un mes, una noticia infinitamente más aterradora que lo que le pasó a la pobre familia Roccuzzo tuvo el impacto de un chasqui boom: los narcos rosarinos mataron a un pobre pibe que andaba caminando por ahí y, como sucede con el narco en México, usaron su cuerpo de correo, para mandar un mensaje. No habló casi nadie de la cuestión. No hubo allanamientos en las cárceles. No se agitaron renuncias.

Pero el papelito con el “Te esperamos” dirigido a Messi y los 14 disparos en el frente de comercio movieron el avispero político. Otro dato objetivo del notable poder simbólico que maneja el rosarino más famoso del planeta.

Por cierto, los hinchas de Newell’s deben lamentarse después de esto, ¿qué chances hay de que Leo les cumpla el sueño de jugar aunque sea un ratito en el club que lo vio nacer? ¿Para qué? ¿Para tener paritarias de vida todo el tiempo con Los Monos?

¿Cómo se movió el Estado ante el hecho? La Justicia hizo allanamientos a las cárceles de Marcos Paz, Ezeiza y Rawson, donde se alojan los capos narcos detenidos que operan en Santa Fe. No es un error de tipeo: “operan”, así en presente, aún estando presos en esos lugares. Un celular con internet, que para la biblioteca garantista del combate contra la inseguridad es un derecho que deben tener condenados de ese calibre, representa el único insumo necesario para planificar ataques, administrar el terror, bajar directivas a los que están en el territorio.

EL CONVENIO

Ayer, el jefe de Gabinete nacional Agustín Rossi (rosarino, por cierto) y el gobernador santafesino Omar Perotti firmaron un convenio que habilitará a las fuerzas de Seguridad de la provincia para la utilización de un moderno sistema de identificación de delincuentes. También, pondrá plata la Nación para cámaras con reconocimiento facial destinadas a Rosario. Y el Poder Ejecutivo enviará al Congreso un proyecto que dormía vaya uno a saber dónde de fortalecimiento de la Justicia Penal Federal en Santa Fe.

Se anunció, además, que se crearán delegaciones en el interior de la Unidad de Información Financiera, organismo que lucha contra el lavado de dinero. Dicen en Rosario que los narcos se hacen un festín blanqueando la que hacen en negro, poniendo locales legales en pleno centro.

FRACASO

¿Todo esto recién ahora por Messi? Van casi 60 muertes vinculadas al narcotráfico en lo que va de este año; o sea, dos meses. En 2022, casi 290 cadáveres. En diez años van más de 2.300. Es evidente que el Estado ha fracaso en el combate a este flagelo o, en el peor de los casos, se hizo el distraído.

Detalle: la foto de la firma del convenio antes mencionado fue Rossi-Perotti. ¿Y el presidente Fernández? Autor de la célebre frase “algo más habrá que hacer” cuando se conoció el episodio de la familia Roccuzzo, Alberto no mencionó el problema del narcotráfico ni una sola vez en los 126 minutos que se tomó para hablar en la Asamblea Legislativa, cuando dejó inauguradas las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. Menos que menos aludió al drama rosarino.

“El narco ha triunfado”. El sincericido de Aníbal Fernández, el ministro de Seguridad nacional, no hizo más que potenciar la discusión sobre el rol del Gobierno en la lucha contra el narco en general y la cuestión de Rosario en particular. Aníbal, que suele citar leyes de memoria y regala cifras de lo que sea, dice que la Nación manda todos los gendarmes que puede a Santa Fe pero, básicamente, es un problema de la provincia. ¿Dada la gravedad del tema, no debería haber un plan nacional más allá del envío de hombres como mecanismo reflejo cuando hay un despelote notorio?

Sergio Berni, actual ministro de Seguridad de la Provincia, fue consultado al respecto. Fue secretario del área nacional por unos cuatro años, en el último gobierno de Cristina Kirchner. “Esto en dos semanas se soluciona”, dijo. Como si fuera mago o tuviera una receta infalible. Tal vez hubiera estado bueno que la socializara con su fuerza política, que gobierna la Nación y Santa Fe.

“DE FRENTE Y SIN CUARTEL”

Y por supuesto salió cual tromba Patricia Bullrich, que se hizo fama de dura cuando fue ministra de Macri y ahora aspira a la Presidencia. “La lucha contra el narcotráfico tiene que ser de frente y sin cuartel. Debemos usar todos los medios del Estado para derrotarlos, incluyendo a las Fuerzas Armadas”. Sabe Bullrich, más allá de que debería haber todo un debate legal, que esa idea es un sacrilegio para el albertismo/kirchnerismo, siempre refractarios a los uniformes verde oliva. Por eso los provoca y porque sigue buscando esculpir un perfil halcón pensando en el chiquitaje de su interna partidaria. Pero, ¿nadie le preguntó porqué no lo hizo cuando fue funcionaria?

De todos modos, si hubiera un premio a la sandez la ganadora sería la primera ministra de Seguridad que tuvo Alberto, Sabina Frederic, quien propone un plan de desarme en Rosario. Cosa que no estaría mal, pero claramente no es el problema de fondo. “Sería súper interesante que Messi colaborara en eso; es su ciudad”, invitó. No hay remate.

 

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