Revés para el Gobierno del FMI, que seguirá cobrando sobretasas

A pesar del insistente pedido del gobierno argentino, el FMI evitó eliminar los sobrecargos sobre sus créditos. Para el Gobierno la reducción o eliminación de las sobretasas es clave para aliviar la carga de la deuda.

Durante su reciente participación en la Cumbre del G20 de Ministros de Finanzas en la India, el ministro de Economía Sergio Massa habló de la necesidad de trabajar en alternativas de financiamiento a los Bancos Multilaterales de Desarrollo y llamó a revisar la política de sobrecargos del Fondo.

Atentos a la crisis global actual, el directorio del Fondo Monetario Internacional acordó ayer subir temporalmente los límites de financiamiento para los países miembros, pero no hubo novedades sobre una posible baja de la sobretasa de los préstamos, que es un constante reclamo de la Argentina.

El directorio ejecutivo del organismo con sede en Washington acordó incrementar por al menos 12 meses los límites anuales y acumulativos de financiamiento para “asistir mejor a los miembros del Fondo en un momento económico particularmente desafiante e incierto”, según consignó en un comunicado.

Esto aplica a los acuerdos “stand-by” y a los programas de Servicio Ampliado (SAF) que ofrece el Fondo. Estos préstamos tienen un límite del monto prestado del 145% anual de la cuota de un país miembro (lo que aporta cada nación al Fondo) y de 435% a lo largo del período del programa.

La decisión del board elevó ese límite al 200% y 600% respectivamente. Los países pueden seguir pidiendo créditos por encima de esos límites “en circunstancias excepcionales”, siempre que se cumplan algunos criterios.

Según comunicó el Fondo, los cambios están dirigidos especialmente a los mercados emergentes y los países en desarrollo que enfrentan “mayores presiones financieras y vulnerabilidades”, para evitar que encuadren dentro del marco de los créditos excepcionales, de montos más elevados a estos límites.

Precisamente la Argentina obtuvo en 2018 un crédito de “acceso excepcional”, porque recibió un préstamo de unos U$S 57.000 millones en 2018, que equivalía a cerca de 11 veces su cuota.

Si bien este incremento se mantendrá durante los próximos 12 meses, el Fondo señaló que su staff podrá proponer una extensión al directorio antes de que finalice ese lapso. No es el primer incremento al tope de financiamiento que decide el FMI. Durante la pandemia, entre mediados de 2020 y fines de 2021, se elevó temporalmente el límite anual de 145% a 245% de las cuotas de cada país.

EL DILEMA ARGENTINO

Pese a estos cambios, el organismo sigue manteniendo el mismo marco sobre las sobretasas. La Argentina -primero con Martín Guzmán y luego con Sergio Massa- viene reclamando que estos sobrecargos que elevan los pagos de la deuda a los grandes préstamos se bajen o eliminen. No solo el Gobierno pide por esta medida en el organismo sino en foros internacionales como el G24 y G20.

Para la Argentina, el tema de la reducción o eliminación de las sobretasas es muy importante para aliviar la carga de la deuda. El Fondo cobra una tasa de 200 puntos básicos, o 2 puntos porcentuales, sobre los préstamos pendientes por encima del 187,5% de la cuota de un país, creciendo a 300 puntos básicos si un crédito permanece por encima de ese porcentaje después de tres años.

Si el Fondo aceptara eliminarlas, Argentina podría dejar de pagar cientos de millones de dólares al año.

Sin embargo, cuando el tema fue analizado formalmente en una sesión de diciembre de 2021, el directorio ejecutivo se opuso hacer cambios. “Varios directores no vieron la necesidad de revisar las políticas sobre recargos o cambiar su diseño en esta etapa, dado el bajo costo total general de los préstamos del Fondo, y señalaron el papel fundamental de los ingresos por recargos para garantizar una acumulación adecuada del riesgo”, dijo en ese momento el FMI.

Además, marzo representará un desafío para afrontar los vencimientos del acuerdo con el FMI. El Gobierno espera novedades de Washington sobre le revisión técnica de las metas del último trimestre del 2022 y así destrabar el próximo desembolso que será clave para pasar el mes.

El equipo técnico que encabeza el viceministro Gabriel Rubinstein, llevó adelante las negociaciones que lograron una modificación en la meta de acumulación de reservas por la guerra en Ucrania y la sequía que afecta a la producción agrícola.

En ese sentido, se espera que el staff técnico del organismo de el visto bueno para que el Board, tal como indica el procedimiento del Fondo, termine de confirmar el desembolso que se estima será de U$S5.400 millones y que llevará alivio al Banco Central, que durante febrero debió batallar con una fuerte demanda.

Sin embargo, casi la mitad del giro se irá en vencimientos del propio acuerdo de Facilidades Extendidas. El 21 de marzo vencen U$S927 millones y al otro día unos U$S1.789 millones.