Fuerte suba en las tasas de interés para frenar la tensión cambiaria

El incremento es de 10 puntos, llevándola del 81% al 91%. La medida busca desalentar el ahorro en dólares

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El Banco Central de la República Argentina (BCRA) volvió a subir ayer la tasa de interés de referencia, por segunda vez en una semana. El directorio de la autoridad monetaria decidió elevar la tasa nominal anual (TNA) del 81 al 91 %. Esto implica una tasa efectiva anual (TEA, cuando se deja durante un año el dinero invertido y los intereses que genera cada mes) de 141%, por encima de las expectativas de inflación para el año, en torno al 120%. La medida, resuelta en medio de la corrida cambiaria que se registró en los últimos días, en un contexto de escasas reservas y encarecimiento del costo de vida, busca llevar calma al mercado, aunque para distintos economistas sus efectos “son limitados”.

 

La semana pasada, el Banco Central había subido apenas tres puntos porcentuales la tasa

 

La semana pasada, el Banco Central había subido apenas tres puntos porcentuales la tasa de interés, llevándola del 78% a 81%. Para el mercado, esa suba había sido insuficiente, ya que la tasa efectiva mensual quedaba en 6,7%, un punto por debajo del 7,7% de inflación del mes pasado y de las expectativas inflacionarias para los próximos meses. Tampoco alcanzó aquel aumento para frenar la fuerte tensión cambiaria en el mercado del dólar blue, que en la práctica sirve de referencia para la economía doméstica, ante el cepo que restringe el acceso a la divisa norteamericana en el mercado oficial.

Con el incremento aprobado ayer, la tasa de interés mensual, que se toma de referencia para los plazos fijos, quedó en 7,5%, casi empatándole a la inflación de marzo.

“Simultáneamente y en pos de impulsar el ahorro en pesos”, el BCRA elevó la tasa de interés mínima garantizada y triplicó el monto imponible sobre los depósitos a plazo fijo a 30 días de las personas humanas, al establecer el nuevo piso en 91 % anual (140,5% de TEA) para los depósitos de hasta 30 millones de pesos, según el comunicado que difundió el Central. Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado, la tasa mínima garantizada se establece en 85,5 % (128,5 % de TEA), señaló el BCRA.

“La decisión de la autoridad monetaria se basa en el objetivo de propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local y de actuar para preservar la estabilidad monetaria y financiera”, remarcó la autoridad monetaria.

Y agregó: “El BCRA continuará monitoreando la evolución del nivel general de precios, la dinámica del mercado financiero y de cambios y de los agregados monetarios a los efectos de calibrar su política de tasas”.

Pero en un escenario económico lastrado por la caída de las exportaciones agropecuarias -principal fuente de ingreso dólares- por una sequía histórica y por la incertidumbre que genera el año electoral, la decisión del Central llega con efectos “limitados” para frenar la corrida cambiaria, según advirtió a este diario el economista Sebastián Menescaldi.

“La medida, más que nada, va en la línea de ofrecer tasas reales positivas, que es a lo que se comprometió el Gobierno en el marco de la renegociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por eso la tasa mensual es casi igual a la inflación del mes pasado”, agregó Menescaldi y que “si bien va a contribuir un poco a frenar la corrida, no creo que sea este el factor que la frene, sino que eso va a llegar por el lado de la intervención que están haciendo y si logran conseguir mas dólares mediante adelantos del Fondo o ingresos del dólar soja”.

De ahí las limitaciones de la decisión del Central a la que refirió Menescaldi: “Porque nadie que tenga un dólar va a venderlo para poner un plazo fijo en pesos. La tasa, por más violenta que sea, no va a frenar la corrida per sé”.

Tampoco cree este economista que una medida de este tipo contribuya a enfriar una economía que, de todos modos, se frenará: “El crédito en Argentina es muy bajo, representa casi 5 puntos del PBI y mas de la mitad de esos créditos son a tasas subsidiados. La economía se va a frenar, pero no por la suba de tasas, sino porque no hay dólares, por la sequía y por el aumento de la inflación”.

Para Norberto Sosa, de Invertir en Bolsa, la decisión del Central se inserta en algo que en el mercado llaman “la carrera de la nominalidad. Al acelerarse la inflación, se generan expectativas devaluatorias y presiones sobre los dólares alternativos (MEP y Contado con Liquidación). Para que la brecha no aumente, al BCRA no le queda otra que finalmente acelerar el ritmo de flotación del tipo de cambio oficial y al mismo tiempo subir la tasa”, explicó ante una consulta de EL DIA.

En ese sentido, recordó que “en los últimos meses de Martín Guzmán al frente de Economía, la nominalidad se aceleró y con la llegada de Sergio Massa se había estabilizado, pero nuevamente el proceso se aceleró”.

La suba de tasas implicará, además, un mayor costo de financiación para el Gobierno y un incremento más acelerado de la base monetaria. Se espera un costo mayor de las colocaciones de Leliq. La tasa de Pase (colocaciones de un día) subió a 85% nominal anual.

“A mi juicio, el aspecto más negativo de la suba de la tasa es que aumenta el gasto mensual de los pasivos remunerados del BCRA (pases y Leliqs). Eso a su vez deteriora la situación patrimonial del Central en la medida en que las reservas no crecen (al menos al mismo ritmo que dichos pasivos). Al ocurrir eso se generan más presiones sobre los tipos de cambio, motivo por el cual se retroalimenta la carrera de la nominalidad”, advirtió Sosa.

“¿Cómo se resuelve esto? Con un plan de estabilización. No hay tasa que te frene una corrida, con o sin cepo. En este caso, lo que muestra es una señal desesperada para no hacer lo que realmente hay que hacer: bajar el déficit fiscal. En una semana, el Tesoro emitió $300.000 millones para financiar al fisco. Más Leliq que van a más tasa que son más emisión futura. Insostenible”, dijo por su parte el economista Juan Ignacio Paolicchi, de la consultora Empiria.

Por eso, que la calma cambiaria sea momentánea o se prolongue en el tiempo dependerá de que el Central siga interviniendo en el mercado, de si ingresan o no los dólares del agro y de la capacidad que tenga el Gobierno para lograr que el FMI le adelante desembolsos.

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