“25 minutos de desastre”: salieron a comprar en La Plata y les desvalijaron la casa
Edición Impresa | 28 de Abril de 2023 | 05:19

El accionar delictivo en Barrio Jardín ya no sorprende a sus habitantes. Pero sí les preocupa y asusta, especialmente porque en los últimos meses, los robos -en sus distintas modalidades- son cada vez más frecuentes.
Y de este acuciante contexto, tampoco escapó ahora una familia que reside en Diagonal 620 y 84.
Según pudo saber este diario, en este caso se trató de un escruche, es decir, los ladrones entraron cuando no se encontraban en el domicilio sus dueños.
“fueron 25 MINUTOS de DESASTRE”
Lorena Herrera (46) es una de las personas damnificadas por el episodio y en la tarde de ayer se encargo de referirse en detalle al que resultó “el único robo que tenemos acá desde que estamos hace 10 años”.
Antes que iniciara su relato, su rostro denotaba la magnitud de lo que iba a informar. El fastidio y la impotencia eran fácil de percibir.
“Todo esto pasó durante cerca de media hora, entre las 21 y las 21.30 de ayer (por la noche del miércoles). Y se ve que los delincuentes vieron salir a mi esposo, que tenía que pasar a buscarme, porque me fui primero de casa, para hacer las compras”, mencionó Lorena inicialmente.
Como las cámaras de seguridad de su vivienda captaron diversas imágenes de los hampones, con su marido supieron que “los ladrones eran cinco, pero dos de ellos fueron los que se metieron en casa. Y lo hicieron por el frente, tras treparse uno de ellos al techo nuestro y el otro tocaba timbre para saber si estaba alguien de la familia”.
Ambos maleantes no tardaron en advertir que, como lo esperaban, en el interior del inmueble no estaban sus ocupantes.
Entonces, con los movimientos que desplegaron dentro de la casa, no exentos de vandalismo, dieron forma a la reflexión que Lorena soltó ante EL DIA: “Fueron 25 minutos de desastre lo que provocaron acá”.
En tal sentido, citó que “el que se subió al techo, bajó en el patio nuestro trasero, forzó una puerta del quincho y luego otra de aluminio que comunica, por el living, con el resto de la vivienda”.
Con los dos delincuentes dentro de la finca y sus tres cómplices montando vigilancia externa, un vecino de la cuadra “se dio cuenta de lo que estaba pasando y llamó al 911. Pero el patrullero vino después de 40 minutos”.
Lorena reflejó que, en medio del robo, “llegó en el auto mi esposo y este mismo vecino le pidió que no entrara, porque en casa estaban robando”.
el sueldo y objetos de valor
Consultada sobre el panorama que más tarde, con los delincuentes ya en fuga, se toparon en la casa junto a su marido, fue bastante explícita.
“Nos robaron 200.000 pesos que teníamos entre parte del sueldo y plata con la que íbamos a pagar diversas cuentas. También nos llevaron cadenitas y otros elementos de oro, que eran de recuerdos familiares”, detalló.
Paralelamente, enumeró que “además nos sustrajeron relojes, perfumes, dos camperas, gorras y una mochila”.
Con todo, el suculento botín pudo haberse engrosado con otros objetos de valor: “Habían preparado en una mochila, una notebook, una tablet y un celular viejo, que ni funciona”, señaló la mujer.
Por apuro o quizás por una orden que llegó por celular y emanada por uno de los cómplices que aguardaban afuera, posiblemente porque se les podía complicar el plan ejecutado, desistieron de huir también con esas pertenencias de la familia.
Lorena conjeturó al respecto que “se ve que vieron llegar a mi esposo y decidieron escapar de inmediato”.
Pero antes, cuando quienes entraron a la vivienda se abocaron a robar todo lo que les resultara de su interés, “revisaron los tres dormitorios y hasta la cocina, donde dañaron a la alacena mientras buscaban plata”.
“También rompieron un escritorio de la pieza de mi hija, sacaron las puertas de los placares para dejarlas sobre la cama, tiraron al piso cajones y ropa, desmontaron el frente de la parrilla, revisaron el freezer y tiraron al piso comida que había en la heladera”, describió luego Lorena.La grabación de las cámaras permitió observar que “estos ladrones que entraron tendrán 30 años y los que se quedaron en la vereda, entre 20 y 25 años. Actuaron a cara descubierta, sin importarles nada”.
Testigos precisaron que “huyeron en un Gol Trend y en un Clío”.
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