Viajes estudiantiles: las familias, en “modo egresados”

“Mi hijo ya egresa; estamos con todos esos planes”. La frase se escucha en reuniones de amigos, en las tribunas de los deportes infantiles y juveniles de los fines de semana, en la mesa de los cumpleaños familiares. Ocurre que cuando un niño o adolescente termina una de sus etapas escolares, en las casas hay un gran movimiento de planes para organizar viaje, fiesta, adquirir ropa distintiva y otros detalles de la celebración. Es un momento emotivo, esperadísimo, pero nos tienen que encontrar organizados.

Tanto para viajes como para reuniones o festejos, hay opciones con valores muy elevados -que suelen adquirirse en cuotas y con mucha anticipación- y otras más económicas, pero no por eso menos divertidas para los chicos.

Lo mismo ocurre con la ropa o accesorios. Hay desde equipos completos hasta camperas, remeras o gorras, de acuerdo a lo que elija el grupo de padres o ellos mismos, en el caso de los que terminan sexto año de la escuela secundaria.

PARA TODOS LOS BOLSILLOS

Las remeras o buzos con el número de promoción ya se usan hasta en los egresaditos de jardín. Paula, mamá de tres nenas y habiendo pasado por esa situación ya dos veces, anticipa que “hay que organizarse ni bien comienza el año, porque si no, el buzito llega en agosto y lo usan un solo mes. O ser más piola y comprar directamente una remera, que la vean a usar hasta que termine el ciclo lectivo”. Lo comenta mientras mide el talle de la prenda en la puerta de la escuela de Bianca, su nena de cinco años, que este año pasa a la primaria.

“Una mamá se ocupó de ir a buscar las prendas y traerlas a la salida de la escuela así las probamos. Son unas camperitas divinas; la idea es que la sigan usando también el año que viene, así que elegimos una con la inscripción pequeña. Pagamos la mitad al hacer el pedido y el resto cuando nos la entregan”, detalla.

¿Costó decidir el modelo y el proveedor? “Siempre cuesta un poco que más de 20 padres se pongan de acuerdo, pero hay muchos, como yo, que pasamos por esto muchas veces, que nos parece lo mejor aquello que vote la mayoría. No me enrosco. Mientras que otro se ocupe, yo estoy aliviada”.

LE PUEDE INTERESAR

Inteligencia Artificial: amor y odio, de las amenazas a los desafíos

LE PUEDE INTERESAR

Mamografías: claves para una detección temprana del cáncer

Paula aclara que esta vez el grupo tuvo “una gran idea”: se van a hacer remeras, camperas y gorritas. Todas de distintos valores, van desde los 4.000 pesos -la campera- hasta los 1.000 pesos, la gorrita. La remera es una opción intermedia de 2.000 pesos. “Esta buenísimo la propuesta, porque cada padre la adapta a su bolsillo. Algunos compran todo el pack, pero otros una sola pieza; lo que cada uno puede. Y ningún nene ni nena se queda sin su distintivo y recuerdo de egresados”, comenta.

Roberto Sosa es imprentero y desde hace varios años también imprime y borda prendas. Cada año, tiene cientos de pedidos de buzos de egresados. Con la experiencia en el rubro, asegura que “lo mejor es comprar todo ni bien empieza el año; así les congelamos los precios y lo pueden empezar a usar rápido. A veces pasa que se avivan a mitad de año y no es algo que uno haga de un día para el otro. Tardamos al menos un mes. Yo les aconsejo a los papás que arranquen con este tema el año anterior, así en marzo ya tienen todos sus camperas, buzos o remeras”.

“Una cosa que ahora se está usando mucho es la gorrita, como un accesorio o complemento del resto de las prendas o como único distintivo. Hay grupos que solo se hacen una gorra, con la inscripción del año en el que egresan. Es algo dentro de todo más económico y además, tiene un uso prolongado. Algunos chicos sacan ideas de modelos de Estados Unidos, clubes de béisbol y quedan realmente lindas. Es un gasto de 2.000 o 2.500 pesos, que se hace en dos veces y resulta algo que todos pueden pagar. Yo lo aconsejo mucho, así nadie se queda sin su recuerdo”, dice.

EL VIAJE

Que nuestros hijos lleguen a quinto año, tanto de la primaria como de la secundaria, implica la organización de una serie de eventos y gastos extra para todas las familias. El “combo egresado” incluye la planificación del viaje de fin de curso.

Con respecto a la excursión, que en general comienza a pagarse el año anterior, la pos pandemia trajo nuevas modalidades: en secundaria, ya hay muchos contingentes que eligen ir en avión a Bariloche. Y para la primaria, hoy en día hay decenas de variantes a la tradicional estadía en Carlos Paz, con destinos más cercanos y estadías más cortas.

La pandemia hizo un paréntesis en este tema. Durante dos años, la mayoría de los viajes se vieron reprogramados, suspendidos y hasta cancelados. La camada de niños que culminaron la primaria en 2020 directamente no viajó. Entre los que lo hicieron en 2021, hay grupos que habían empezado a pagar el viaje a Córdoba en año anterior, que por razones económicas o a raíz de la incertidumbre o ocasionada por la cuarentena, eliminaron por completo la posibilidad de hacer esa excursión. Entre todas estas idas y vueltas, comenzaron a ponerse de moda los traslados a parques temáticos de aventura, un destino más cercano -los hay en Brandsen, en Chascomús- y sobre todo, low cost.

Tanto para viajes como para reuniones o festejos, hay opciones con diferentes valores

“Las cosas han cambiado mucho en esta materia. Las alternativas se han multiplicado y se ven claramente algunas consecuencias de la pandemia y también, una nueva forma de crianza de los niños, muy diferente a la que recibió nuestra generación, sobre todo en lo relacionado a la independencia”, dice Marcela Carabajal, responsable de una agencia de turismo de nuestra Ciudad. Y agrega: “Hay familias, sobre todo de las escuelas privadas, pero no es excluyente, en las que los chicos, a los 11 o 12 años nunca han subido a un micro o se han desplazado solos a las casas de amigos o de un vecino. Ese contexto sociológico actual hace que cuando vayan a elegir un viaje de egresados para sus hijos, opten por lugares que están más cerca y hasta estadías más cortas, para que no se ausenten tantos días de sus casas. Incluso, hoy en día, también hay muchos padres que viajan para estar en la misma ciudad donde se realiza la excursión ‘para estar más tranquilos’”.

“Si del viaje a Bariloche hablamos, hoy en día vemos decenas de contingentes que viajan en avión, algo antes hacían las escuelas privadas. Pero ahora, esta modalidad se ha popularizado, un poco por comodidad, otro por practicidad y también porque como el viaje se paga en cuotas, en lo económico no representa mucha diferencia con el tradicional, en colectivo. Muchos padres lo eligen también, porque les resulta ‘más seguro’. Un ítem que siempre es el más prioritario en cada reunión de padres para organizar un viaje. Hoy, el tema de la seguridad es el que más preocupa y ocupa a las familias”, sostiene Carabajal, desde su experiencia de estar 16 años en el rubro.

El viaje de egresados siempre ha sido costoso y en que las familias invierten mucho dinero. De hecho, se comienza a pagar con tiempo y muchos pasos, colaboran abuelos, padrinos y madrinas o tíos.

“Algunos contingentes eligen destinos en el exterior. Brasil o Cancún están muy de moda y las tarifas están entre USD 1200 y USD 2000 respectivamente. Suelen abonarse en dólar o en pesos tomando en cuenta el dólar turista, por lo que el gasto oscila entre 300 y 400 mil pesos argentinos”, comenta Mariano Ávila, agente de turismo.

Los valores incluyen el paquete completo de siete días con vuelos, comidas, actividades y entradas a boliches. La financiación que ofrecen las empresas de viajes es clave para que el sueño de cerrar la etapa del secundario con los compañeros, sea posible.

Generalmente, se abona con un año de anticipación. Ahora, se agregaron cuotas que terminan de pagarse luego del viaje.

Para muchos, atrás quedaron esas 24 horas de viaje en micro, sino que en un vuelo de pocas horas llegan a destino.

“Con respecto al transporte, las distintas empresas te ofrecen las dos cosas: micro y avión. Para algunos es la primera experiencia en avión y eso es interesante. Esa modalidad, también hace que ellos te den una lista de cosas para llevar en la valija, por indicaciones de peso y demás. Resulta súper práctico porque no llevan muchas cosas: solo la ropa interior, los disfraces para cada noche y poca ropa . Por ejemplo, te dicen que ni siquiera tenés que comprarles campera de abrigo, porque allá les dan camperas para todos los días y trajes especiales para las excursiones que tienen nieve y las que tienen barro”, cuenta la mamá de un alumno del Normal 1 de La Plata, que viajó a Bariloche el año pasado.

“También hay un buen sistema de control para los chicos. Cada uno lleva puesta una pulsera con un código, que tiene que tener permanentemente. Con ese código van controlando si entran y salen del hotel, si están en el boliche y se subieron al transporte interno de excursiones, etcétera”, cuenta esta mamá, refiriéndose al tema de la seguridad, del que todas las familias están muy pendientes.

“También me pareció que está buenísimo, que como van disfrazados a los boliches, les dan unas mantitas, por lo que no se necesita ni llevar campera, ni usar guardarropas, porque les dan eso para ir y venir de los boliches”, agrega, con respecto a la practicidad.

Los destinos costeros son potables para disfrutar lejos de la ciudad / Web

Al hablar de las excursiones, la madre observa que “ya no son tan turísticas. Por ejemplo, cuando fui yo, me llevaron al Bosque de Arrayanes, Isla Victoria, al circuito de los Siete Lagos. Ahora hacen más salidas a estancias que tienen juegos, como paintball, más cosas de entretenimientos. Están activos y súper entretenidos todo el tiempo. No dejan margen para que se aburran o estén sin hacer nada en ningún momento”.

Siempre hay puntos flojos. Esta madre hace hincapié en “la comida” como uno de ellos, subrayando que no estuvieron conformes con ese servicio: “se come muy mal en general”, resume.

Otra crítica es hacia los gastos imprevistos de último momento: “Siempre surgen gastos que están por fuera del contrato. Cerca del viaje empiezan a surgir seguros para los trajes y ese tipo de cosas. Por ejemplo, un depósito del hotel, que fueron unos 10 mil pesos extra, a último momento. Los depósitos los devuelven si no rompieron nada, pero los seguros, no”, aclara.

El clásico viaje a Carlos Paz para los egresados de la primaria sigue vigente, pero en la actualidad también han surgido varias alternativas menos costosas, de estadías más cortas y a destinos menos lejanos, como Tandil. Los parques temáticos con propuestas de actividades de aventura -tirolesa, deportes, pileta- también son un boom.

Seguridad, confort y diversión son los slogans más usados por las empresas de turismo para seducir a las familias. Pero en los últimos años, sobre todo pos pandemia, también se ha agregado la palabra “aventura”. Los parques con esas temáticas son furor y ofrecen la posibilidad de pasar solo un día, pero también la de hospedarse por un fin de semana o más tiempo.

Hay opciones divertidas para los chicos que suelen adquirirse en cuotas y con anticipación

Tanto en Chascomús como en Brandsen, dos localidades cercanas, ofrecen estas propuestas. Destinos que también se convierten en más accesibles, porque los gastos de traslado son menores.

En las estadías, los chicos disfrutan con sus amigos de actividades coordinadas por profesores de cada lugar, en la que se proponen desafíos individuales y grupales. Como se dijo, también hay posibilidad de dormir varias noches en el lugar y se ofrece un menú variado “para reponer energías”.

La seguridad vuelve a estar entre las prioridades. Todos estos lugares aclaran que la hay en todas las actividades y que, por supuesto, cuentan “con guardavidas en las piletas y todos nuestros profes se encuentran capacitados a su vez con un curso vigente de RCP”.

En todos los casos incluyen la comida y lo más importante: la diversión asegurada. Al fin y al cabo, los chicos solo quieren divertirse.

LA FIESTA

¿Un gran salón o una quinta con pileta? Las fiestas de egresados siempre son en noviembre y diciembre, por lo que la época del año ofrece estas alternativas, que dependen del tipo de celebración que quieran los chicos y sus familias. Entre ambas siempre hay una gran diferencia de valores.

Pablo, dueño de un salón de fiestas del casco urbano de nuestra ciudad, comenta que “nosotros tomamos fiestas con un año de anticipación y a veces más. Hoy en día se hace muy difícil asegurar un valor, por lo que la referencia es en moneda extranjera. Los grupos contratan la fiesta con una seña y luego, durante el año pagan todo -espacio, comida, bebida, DJ- en tres veces”.

“Tenemos muchísima demanda. Para los de secundaria es una noche de gala. Les gusta lucir su pilcha, hacer un baile. Es una sola vez en la vida, por lo tanto, los padres invierten. Hay familias que vienen solo el nene y los papás. Otros, traen hasta a los abuelos. Depende de cada situación económica, pero nadie se la quiere perder. Los chicos hacen rifas o venden tortas en los recreos para cubrir los gastos de los que no llegan a cubrir la tarjeta”, señala Pablo.

Los egresados estilan viajar para cerrar el año de festejo / Web

Por supuesto que hay alternativas menos costosas. Sandra, mamá de Antonella y Fabiola, mellizas de 12 años que en 2023 culminan la primaria cuenta que “nosotros ya alquilamos una quinta en Villa Elisa para un fin de semana de diciembre. Eso ya lo tenemos asegurado y la comida va a ser a la canasta; cada uno lleva lo que puede. Lo importante es que los chicos compartan el momento, lo disfruten. Van a tener un gran parque con pileta, canchita. Y vamos a estar desde el mediodía. Están muy contentos todos con el plan y los padres aliviados, porque no implica gastar una fortuna”.

“Para formalidad, vamos a tener la entrega de diplomas en el colegio. Así que para festejarlo, elegimos este plan que es súper relajado y apto para todos. Nadie se queda afuera”, asegura Sandra, que ya está con la expectativa de ver a sus hijas con los gorritos de egresados.

Dato: ese atuendo se compra en una casa de cotillón y es lo más simbólico y en muchas ocasiones lo más económico del “combo egresado”. El que no lo quiere o puede comprar, busca unas cartulinas en el kiosco y arma el propio en un ratito. De esta forma la foto está completa. Un recuerdo que quedará para siempre, como cada momento vivido con los compañeros en cada etapa escolar.