Kicillof: la encrucijada frente al renunciamiento
Edición Impresa | 17 de Mayo de 2023 | 02:52

José Picón
jpicon@eldia.com
Cristina Fernández de Kirchner terminó ayer por sepultar el operativo clamor empujado por sus fieles para que sea candidata. A través de sus redes sociales sacudió el tablero político al ratificar que no competirá para ningún cargo en las elecciones de este año.
Se trata de una decisión de enorme trascendencia para el Frente de Todos. Y en especial, para Axel Kicillof. Porque la decisión de la vicepresidenta puede que tenga un fuerte impacto sobre el futuro político del Gobernador y sobre una definición clave para los bonaerenses que el mandatario debe tomar en los próximos días: si adelanta las elecciones en la Provincia para desvincularlas de las nacionales.
Conviene ir por partes. Al ponerle fin a las especulaciones, Cristina Kirchner ahora deja al oficialismo de cara a la compleja tarea de ungir a uno o más candidatos presidenciales competitivos para el caso de que finalmente el Frente de Todos resuelva definir candidaturas en las PASO.
El nombre de Sergio Massa que se venía meneando desde hace varios meses, pareció perder empuje en los últimos tiempos de la mano de una inflación que el ministro no logra domar.
Esa primera opción del kirchnerismo siempre dejó abierta una alternativa, por las dudas, para Eduardo “Wado” De Pedro. El ministro del Interior se viene mostrando como presidenciable y cuenta con el guiño del Instituto Patria pero su figura no termina de despegar en medio de la incertidumbre oficial.
Otro que está anotado pero que no parece ser santo de la devoción cristinista es el embajador Daniel Scioli, que acaba de insistir con que se abra competencia por la candidatura presidencial a través de las PASO.
Es allí donde, sin un nombre indiscutido, aparece la figura de Kicillof. Algunos sectores ultra K están convencidos de que es quien mejor retiene el voto de Cristina. El temor que existe en la Gobernación es que ese mensaje-deseo encuentre capilaridad en la estrategia que diseñará la vicepresidenta.
El objetivo electoral de Kicillof es la reelección y desde hace meses vienen trabajando en ese proyecto. Cada vez que se lo consulta blanquea que está trabajando para quedarse, pero en su círculo cercano admiten que si la estrategia oficial lo empuja hacia arriba aceptará porque se asume parte del esquema kirchnerista.
Argumentos
De todos modos, en la Gobernación ponen sobre la mesa una serie de argumentos como para robustecer el plan de que el mejor rol que puede jugar pasa por ratificarse. “Si se pierde la elección nacional va a ser difícil la vuelta para el peronismo, pero si la derrota es además en la Provincia, mucho más”, analizan. E insisten en que la mejor forma de traccionar para el candidato a presidente es un triunfo en territorio bonaerense.
Las coincidencias son notorias. María Eugenia Vidal le soplaba al oído una lectura similar a Mauricio Macri cuando le llevó el plan de desdoblar la elección en la Provincia en 2019. El ex presidente se negó y Vidal quedó atrapada en la lógica nacional que la empujó decididamente a la derrota.
Ahora es Kicillof quien está ante esa disyuntiva. Por eso, analiza el adelantamiento de los comicios generales para los últimos días septiembre o los primeros de octubre, tal como ya informara este diario para zafar del arrastre de un candidato presidencial con empuje magro.
Uno de los obstáculos para destrabar ese plan era que Cristina Kirchner no fuera candidata a presidenta ni a senadora nacional. Esa primera piedra en el camino ya fue despejada por la propia vicepresidenta.
El otro elemento que se viene analizando con mucho detenimiento en la Gobernación es el que tiene que ver con los antecedentes que aportan los resultados de las elecciones en las provincias. Los triunfos de los oficialismos son un dato fuerte que entusiasma a quienes acunan el plan de adelantamiento de elecciones en la Provincia.
Pero como la decisión de Cristina Kirchner de no ser candidata no termina de despejar la incertidumbre, Kicillof seguirá aguardando al cierre de listas que opera el 24 de junio para tomar una decisión final. Dependerá de quién sea el candidato a presidente del Frente de Todos y si esa figura es lo suficientemente taquillera como para no tirar para abajo la boleta presidencial.
Obviamente la propia vicepresidenta tendrá una decisión central sobre cuándo se realizarán los comicios en la Provincia. También, respecto de si Kicillof irá por la reelección o jugará un rol que, en principio, preferiría no desempeñar en este contexto.
La ratificación de la vicepresidenta no termina de aclarar el panorama. Pero el Gobernador se acerca a una encrucijada.
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