VIDEO. La azafata de Aerolíneas detenida por una amenaza, no abrió la boca

Su defensa, mientras tanto, ya trabaja con una eximición de prisión por la calificación del delito y su falta de antecedentes penales

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La azafata de Aerolíneas Argentinas detenida como presunta autora de una llamada que alertó sobre la supuesta colocación de una bomba en un vuelo de la compañía del domingo 21, con destino a Miami, cuyo despegue quedó demorado más de siete horas y causó un perjuicio cercano al millón de dólares, se negó ayer a declarar y fue trasladada nuevamente a Ezeiza, bajo prisión.

La mujer, Daniela Carbone (47), llegó poco después de las 11.30 a los Tribunales de Lomas de Zamora para ser indagada por el juez Federico Villena y, tras casi cuatro horas, fue llevada por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) a su lugar de detención, a la espera de la decisión del juez respecto al pedido de su abogado para que sea liberada, ya que los delitos de los que se la acusa son excarcelables y no tiene antecedentes penales.

No obstante, fuentes judiciales aseguraron que su situación es “muy comprometida” y que, independientemente de que pueda seguir el proceso en libertad, deberá afrontar varios cargos penales y económicos, debido a los perjuicios ocasionados con su accionar.

Si bien la causa se encuentra “bajo secreto de sumario”, las fuentes advirtieron que “hay elementos de prueba suficientes” contra la mujer a quien se acusa de “coacción agravada al piloto” por “referencias a su familia”, luego de haber intentado “hacer pasar la amenaza como una interna sindical”.

La azafata fue apresada al arribar al país en su último vuelo y está acusada de ser la autora del llamado que recibieron tanto el comandante de a bordo en su teléfono celular personal, como otros integrantes de la empresa.

La llamada puso en alerta a la seguridad del aeropuerto, que implementó un operativo que demoró la salida del vuelo y generó complicaciones a los 270 pasajeros que viajaban en la aeronave.

En relación a la investigación que lleva adelante el juez Villena, fuentes de Aerolíneas indicaron que los delitos de “intimidación pública y entorpecimiento de los servicios públicos (art. 211 y 194 del Código Penal, respectivamente) son faltas graves, por ende, de comprobarse la acusación y el delito, la empresa sancionará a la persona investigada de forma proporcional a la gravedad del hecho”.

Se sospecha que Carbone actuó despechada con uno de los integrantes de la tripulación, con quien mantuvo una relación sentimental.

Sin embargo, el hombre la habría cambiado por otra mujer y se enojó tanto, al punto que -se cree- agarró el celular de su hija, le puso un chip prepago y abrió la boca. Todo lo contrario de lo que hizo ante la Justicia.

 

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