Rojo entró sin autorización y la Policía le labró un acta

Marcos Rojo quedó envuelto en el escándalo del Superclásico en el estadio Monumental, a punto tal que la Policía le labró un acta por haber ingresado a la cancha sin ninguna autorización.

El realidad, el marcador acompañó a la delegación de Boca hasta la cancha de River por más que estuviera imposibilitado de jugar por encontrarse en un proceso de recuperación.

Pero Rojo no sólo fue con el plantel, sino que ingresó al campo de juego y miró el partido desde el sector destinado a los suplentes del equipo visitante.

Todo transcurrió sin problemas hasta que el festejo del gol que definió el encuentro, a cargo de Miguel Borja, quien ejecutó un discutido penal, lo involucró en una reacción generalizada contra los jugadores de River.

En medio del tumulto, las imágenes mostraron a Rojo muy nervioso, y en ese marco, supuestamente golpeó a un efectivo de seguridad, lo cual desembocó en que la Policía le labrara un acta por ingresar al campo de juego sin ninguna autorización.

También quedaron afectados en una situación de similares características Luis Vásquez, de Boca, por gestos al público al retirarse de la cancha reemplazado, y Agustín Palavecino, de River, por “incitar al desorden”.

La causa tiene como responsable a la fiscal Celsa Ramírez, y al menos hasta anoche, los protagonistas no habían sido notificados para prestar declaración. Por el contrario, fuentes de ambos clubes consideraron que el caso podría resolverse mediante el pago de una multa económica.

El penal que definió el Superclásico recalentó un partido que hasta cumplirse el tiempo reglamentario, transcurría sin polémicas.