El proyecto Wado despejó el camino para el plan de reelección de Kicillof

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José Picón

jpicon@eldia.com

La candidatura presidencial de Eduardo “Wado” De Pedro por Unión por la Patria está confirmada. Esa decisión alumbrada en el kirchnerismo despeja incógnitas y genera por efecto cascada, certezas respecto de otras postulaciones en el oficialismo.

Acaso la más importante tiene que ver con Axel Kicillof. El Gobernador era empujado por sectores K (en particular Máximo Kirchner) para ir a la disputa presidencial, pero el mandatario siempre se concentró en su proyecto de reelección. Obturado el principal casillero nacional en el armado de Cristina Kirchner, Kicillof queda como el principal candidato para intentar revalidar títulos en la Provincia.

El kirchnerismo se reservó, acaso para hoy, el anuncio oficial que ayer por la noche deslizó el propio De Pedro en el caso de su propia candidatura, pero todos los movimientos que se vienen gestando dan cuenta de que la fórmula bonaerense terminará siendo encabezada por el actual mandatario.

¿Quién será el acompañante o la acompañante en ese binomio? Una de las alternativas, acaso la que más desea Kicillof, es mantener las cosas como están y llevar como ladera a la vicegobernadora Verónica Magario.

En ese sentido, las versiones respecto de que Malena Galmarini pudiera ocupar el lugar de Magario parecían desinflarse en las últimas horas. Por un lado, porque el actual ministro de Economía Sergio Massa, encabezaría la lista de senadores nacionales por la Provincia. Por el otro, porque la actual titular de la empresa Aysa preferiría, se dice, dar la batalla por llegar a la intendencia de Tigre y desbancar al ex massista Julio Zamora a quien dispensa una particular inquina.

¿Habrá lugar para alguna sorpresa? En algún momento se habló de que La Cámpora podría insistir con un nombre propio para secundar a Kicillof. Se verá.

El otro casillero que pareciera estar ocupado es el de la cabeza de la lista de diputados nacionales que recaería en Máximo Kirchner.

La elección de Wado De Pedro termina para Kicillof generando un alivio. Si bien el mandatario dijo en reiteradas oportunidades que haría lo que le demandara el proyecto político que encarna la Vicepresidenta, su intención, como se dijo, era volver a competir por la Gobernación.

El Gobernador, no obstante, nunca se quedó quieto esperando esa resolución. Alimentó su perfil bonaerense y se concentró en la gestión. También, dio aire al operativo clamor que motorizaron varios intendentes del Interior y algunos del Conurbano en favor de su candidatura bonaerense. Si bien resta la confirmación oficial, al parecer los planetas se alinearon con sus deseos.

Con todo, la virtual confirmación de Kicillof como aspirante a la Gobernación por el armado kirchnerista (deberá competir contra la lista que liderará la ministra nacional Victoria Tolosa Paz en la Paso de Unión por la Patria), se asienta en la lógica de los números. El mandatario es el dirigente del oficialismo que más mide y aparece incluso bien posicionado en las encuestas de cara a la batalla electoral contra los candidatos de Juntos por el Cambio.

En la lógica del kirchnerismo, se impuso la teoría de que para el intento por conservar la Provincia había que poner al frente de la boleta al dirigente mejor posicionado. Era la postura que venía sosteniendo el equipo de Kicillof en medio de los tironeos por llevarlo a la pelea nacional.

 

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