Enojos por los “foráneos” y una ruptura que al final no fue

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El respeto a la pertenencia territorial ha sido regla de oro para el radicalismo. La distribución de espacios en las listas de aspirantes a senadores y diputados tuvo desde siempre en cuenta el origen de los dirigentes, los apoyos con que venía cada candidato y el impulso de sus distritos.

Este cierre rompió con ese esquema y dejó a no pocos dirigentes heridos y mascullando bronca.

Por ejemplo, Raúl Cadáa, un radical de La Plata, terminó anotado como candidato a diputado provincial por la Quinta sección electoral que agrupa a los distritos del sudeste bonaerense como Mar del Plata, Necochea, Tandil o Balcarce.

No fue el único caso. Por la Cuarta sección electoral (distritos del noroeste) irá María Victoria Martínez, una dirigente que viene de Pergamino, uno de las comunas de la Segunda sección.

La cuestión es que hay muchos radicales enojados. Una de ellas sería la senadora provincial y vicepresidente de la UCR bonaerense, Erica Revilla, que volverá a General Arenales para ser candidata a intendenta. En medio de un cierre de listas que por momentos se tornó caótico, Revilla estuvo cerca de romper con el esquema de Adelante Buenos Aires que lidera Abad y pasarse al larretismo en disconformidad con la “invasión” de su sección. Finalmente, el amague no se concretó.

Tampoco habría quedado conforme un grupo de intendentes de la Quinta sección electoral que vieron cómo el lugar que querían para un dirigente propio terminó en manos del platense Cadáa. Los alcaldes de General Belgrano, Lezama, Ayacucho y Monte peleaban por ese lugar, pero al final se quedaron con las ganas.

 

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