Federico Martín Maldonado

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Numerosas muestras de profundo pesar provocó el fallecimiento de Federico Martín Maldonado.

Había nacido el 6 de septiembre de 1960. Hijo de Raúl Maldonado y María Esther “Tinita” Casati, hermano de María Laura, dejó su huella por el compromiso social, la responsabilidad y su pasión por la historia.

Inició el jardín de infantes en “Monseñor Rasore”. Posteriormente, siguió en el “Colegio San Luis” donde finalizó sus estudios.

En el club San Luis intervino jugando en infantiles, juveniles y plantel superior: el rugby fue uno de sus amores, y fue así que siguió entrenando a los juveniles. Hasta que otro amor lo impactó: las “antigüedades”: estudioso del tema, disfrutó de esa actividad.

La vida con su pareja, Gabriela Porrino, los amigos, los animales, los asados y el buen malbec ocuparon gran parte de su vida.

Su trabajo en la Justicia Electoral durante 41 años, dejó como sello en sus compañeros el tintineo de sus llaves todas las mañanas. Diseñador gráfico de profesión, seguramente más de un político firmó el diploma que él realizaba con tanta dedicación.

Tenía gran vocación de servicio hacia el club y estuvo siempre con la división más difícil de sobrellevar. Como ayudante, acompañante, colaborador o para aquella función que el club necesitara.

Nunca pedía nada y no se cansaba de dar. Siempre al lado de sus amigos con solidaridad y camaradería en la que destacaba su don de gente.

Cuando se creó la página web del club San Luis, a mediados de los 2000, revisando revistas, anuarios y fotos se dieron cuenta que el escudo original del club a través del tiempo había sufrido cambios al igual que la camiseta. Tanto la tonalidad de los colores como las letras CSL del escudo y el orden de los dameros de la camiseta variaba de un año a otro. Gracias al revisionismo y al trabajo del “Laucha” -uno de los apodos que tenía-, se recuperó el escudo original, con sus trazos, sus letras y el orden sus dameros.

También, en ese trabajo silencioso, se rescataron los verdaderos colores rojo y azul y se ordenó definitivamente la camiseta hasta el día de hoy.

Platense de pura cepa, hincha de Estudiantes hasta los poros, educado, amable y por su gran responsabilidad en cada actividad que emprendió en los distintos ámbitos en los que desarrolló su vida social, laboral y deportiva, dejó su inolvidable sello en cada labor que desarrolló.

 

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