Alberto F. , entre “su” marginación y Massa

El presidente Alberto Fernández explicó ayer porqué no hace campaña con Sergio Massa, que es el candidato presidencial del gobierno. “Hay que tomar las elecciones como parte de la vida democrática, quitarle dramatismo. Con mucho esfuerzo, estoy tratando de mantenerme al margen de la campaña porque no debo ser yo el que hace campaña, son los candidatos”, dijo.

Es una visión muy auto indulgente. En rigor, mucho no lo invitan a los actos de campaña al Presidente. Massa, admiten en Unión por la Patria, prefiere que Alberto -con muy bajos índices de aprobación- no aparezca junto a él.

De hecho es probable que el domingo próximo Fernández ni siquiera esté en el búnker en el que el oficialismo esperará los resultados el domingo. En Radio con Vos lo consultaron al respecto: “No sé todavía”, respondió escueto. Revelando, por cierto, que no tiene ninguna injerencia en el esquema de campaña del peronismo. Por supuesto que él negó que esto sea así: “Esas son especulaciones de los medios, de los periodistas o de la gente que especula.

Bajo el argumento de que “gintenta” no participar de la campaña, Fernández también marcó: “Después está la sangre que corre por las venas de uno, pero en todo caso que esa prescindencia se tome como una muestra y voluntad de favorecer la convivencia democrática”.

“Yo con Sergio hablo todos los días, hasta diez veces por día. Ayer (por el martes) hablamos a las 11 y pico de la noche y seguimos hablando. Estamos bien, yo lo veo bien, quiero que le vaya bien“, dijo Alberto, como para mostrar sintonía con su ministro de Economía que, curiosamente, hace malabares para tratar de despegarse de responsabilidades por la crisis económica.

En verdad a Alberto no lo habían invitado a ninguno de los actos principales de cierre de campaña. Ni al del gobernador Axel Kicillof, que iba a ser ayer en la localidad bonaerense de Merlo, ni al de Massa, que se había planificado para hoy en el Teatro Argentino de La Plata. Ambos se suspendieron por el asesinato en Lanús de la pequeña Morena Domínguez.

Aunque dijo estar lejos de la campaña, el jefe de Estado aprovechó para pegarle a la oposición, un ejercicio cotidiano en su gestión. Ya lo había hecho el domingo, cuando propuso un intercambio en redes sociales con sus seguidores.

“No escuché ninguna propuesta de los candidatos de la oposición”, le contestó a una usuaria que le preguntó al respecto. Pirotecnia, obviamente. “Hacen publicidad diciendo que van a hacer lo que ya hicimos nosotros”, se quejó.