Lucas Castro no aportó la solución esperada

Lucas “Pata” Castro lejos estuvo de ser el conductor que Gimnasia imaginó recuperar cuando lo fue a buscar ni bien rescindió su contrato con Huracán para que se convirtiera en el eje del equipo diagramado por Sebastián “Chirola” Romero tras la etapa de ensayo que significó la pasada Liga Profesional.

Con la camiseta del número 89 en su espalda, el experimentado volante que regresó al club en el que se formó al cabo de una extensa trayectoria que incluyó Racing de Avellaneda, equipos de Italia y Turquía, y de vuelta en el país Sarmiento de Junín y Huracán, pareció entrar con el pie derecho, aunque fue sólo un espejismo.

El “Pata” tocó un par de veces la pelota en los primeros minutos del partido frente a Talleres, y desapareció de la escena, dejando vacante el papel de actor principal en una formación que en definitiva quedó a la deriva.

Un par de entregas equivocadas hicieron bajar murmullos desde las tribunas, y los silbidos que calificaron la actuación del Lobo en el primer tiempo lo involucraron de cuerpo entero.

Recuperó la pelota y abrió a la izquierda para una corrida de Benjamín Domínguez en su primera intervención de la etapa complementaria, pero un par de minutos más tarde fue reemplazado por Antonio Napolitano.

En lo que respecta a Pablo De Blasis, el otro jugador nacido en el club que volvió para esta Copa de la Liga con el propósito de darle un salto de calidad al Lobo entró a los 23 minutos, en lugar de Nicolás Sánchez, y después de mostrar su buen pie y panorama, llegó el penal que aumentó la diferencia para Talleres y después el 3-0 que bajó la cortina en el estadio del Bosque.