Johana Ramallo: un paso más cerca del juicio oral

La Cámara Federal confirmó los dos procesamientos que restaban en la investigación judicial. Quedó muy próxima a su elevación a juicio oral

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La Cámara Federal confirmó los dos procesamientos que restaban en la investigación judicial por el crimen de Johana Ramallo, la joven desaparecida el 26 de julio de 2017 en un contexto de trata de personas y cuyo cadáver mutilado fue hallado en agosto de 2018 en las costas de Berisso, por lo que la causa quedó a un paso del juicio oral, informaron fuentes judiciales.

La decisión de la Sala I de la Cámara Federal recayó sobre Carlos Omar “El Cabezón” Rodríguez y Federico Hernán D’Uva Razzari, apodado “el Ruso”, acusados de encubrir el asesinato de la joven. Voceros judiciales informaron que, tras el fallo de los camaristas Jorge Eduardo Di Lorenzo y Roberto Agustín Lemos Arias, quedaron ratificados los procesamientos, dictados en el transcurso de la investigación, de las once personas que se encontraban cometiendo una serie de delitos en la zona roja platense cuando desapareció Johana.

“El juez de primera instancia realizó una adecuada reconstrucción de los hechos materialmente acontecidos a través de estos antecedentes; en su resolución devela de modo puntilloso la forma en que ocurrieron las maniobras ilícitas”, expresaron los camaristas.

De esta forma, la investigación quedó muy próxima a su elevación a juicio oral. Los dos procesamientos recientemente confirmados por la Cámara habían sido dictados el 7 de febrero de 2023 por el juez federal Alejo Ramos Padilla.

El magistrado había ampliado el procesamiento que ya pesaba sobre Rodríguez por “comercio de estupefacientes”, “facilitación y promoción de la prostitución ajena” y “explotación económica de la prostitución” de mujeres trans y cis en el barrio, entre cuyas víctimas se encontraba Johana Ramallo.

Durante el trámite de la investigación judicial, se lo acusó por los delitos de encubrimiento agravado y falso testimonio.

“El Cabezón”, que trabaja como taxista y mantenía una relación sexo-afectiva con Johana, había sembrado pistas falsas sobre el paradero de la joven e inducido a otras personas a hacerlo, tratando de instalar la falsa idea de que estaba viva y se ocultaba por propia voluntad.

Por las mismas figuras penales, Ramos Padilla procesó en aquella resolución de febrero a D’Uva Razzari, a quien le atribuyó, además, la explotación económica de la prostitución de su pareja de entonces, una trabajadora sexual de la zona.

El “Ruso” ejercía el papel tradicional de “8/40” dentro del esquema delictivo de la “zona roja” que fue develándose con la pesquisa: alguien que brinda “seguridad” a las trabajadoras sexuales y luego se queda con gran parte de las ganancias, bajo coacción, agregaron las fuentes.

Johana fue vista por última vez el 26 de julio de 2017, cuando salió de su casa, donde vivía con su madre y su pequeña hija, con la promesa que regresaría a las 20.30 de ese día, lo que nunca ocurrió.

Casi dos meses antes de desaparecer, Johana se había separado del padre de la niña, había regresado a la casa de su madre Marta y los problemas económicos la habían puesto en situación de prostitución.

La última imagen suya fue tomada por la cámara de seguridad de una estación de servicio situada en las calles 1 y 63, en la que se la ve entrando a un baño ese mismo día, poco después de salir de su hogar. Los restos mutilados de su cuerpo fueron hallados en las costas de Berisso en agosto de 2018, aunque no fueron identificados como pertenecientes a la joven hasta el 2019.

 

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