Según Taiwán, peligran las democracias de Centroamérica

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El Parlamento Centroamericano (Parlacen) aprobó en la última semana en Managua, por mayoría de votos, la incorporación de la República Popular China como Estado observador de ese órgano, y revocó la calidad de observador permanente de Taiwán.

Desde la isla, advirtieron que el voto promovido por Nicaragua, uno de los nuevos aliados del régimen de China, supone un intento de ambos países para “socavar la democracia” en la región. Así lo afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores taiwanés.

China considera a Taiwán parte de su territorio y se opone a cualquier intercambio oficial de sus representantes con dirigentes de otros países y a su participación en organizaciones internacionales.

La incorporación del país asiático fue recibido con agrado en Beijing.

“Esto demuestra una vez más que la adhesión al principio de una sola China es una ola inevitable, la aspiración del pueblo y una tendencia imparable”, reaccionó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin.

El ministerio taiwanés respondió que iban a salir de este órgano para “salvaguardar” su soberanía nacional y su “dignidad”.

“La dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua quiere convertirse en un peón de China”, criticó en un comunicado.

 

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