Por qué el huracán Milei esquiva las provincias

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Carlos Barolo

Con el triunfo de Alfredo Cornejo en la elección de Mendoza, la última antes de las generales del 22 de octubre, se confirmó que el fenómeno Milei es pura y exclusivamente de índole nacional. Anoche, el radical Alfredo Cornejo se impuso cómodo en esa provincia, sacándole 10 puntos a su exaliado, Omar De Marchi, quien este año rompió con Juntos por el Cambio (JxC) para virar hacia un perfil libertario que no pudo capitalizar.

Aunque sin manifestar un apoyo directo, el libertario Javier Milei no disimuló en estos días su preferencia por De Marchi, quien durante la campaña mendocina hizo gala de tener una muy buena relación con el líder de La Libertad Avanza.

Incluso en el “cornejismo” temían un efecto Milei que pudiera restarle votos. Ese temor tenía asidero en la muy buena elección que hizo el economista en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 13 de agosto: en la provincia cuyana sacó casi 45 puntos y superó por 16 a JxC.

Anoche, De Marchi, si bien creció con respecto a las PASO, debió conformarse con el 29,45 por ciento, más de 10 puntos por debajo de Cornejo.

El huracán liberal, queda dicho, no pasa allí donde no se hace presente el economista, cuyos votos (anoche volvió a ratificarse) son intransferibles (o al menos no en toda su medida) a los candidatos provinciales. Allí donde no hay boleta con el rostro y el nombre del libertario, el fenómeno se diluye. Sobran los ejemplos de provincias en las que el economista arrasó en las PASO nacionales, pero luego, en la contienda local, los postulantes liberales sacaron un porcentaje poco menos que testimonial.

Esos resultados debieran ser un envión para Patricia Bullrich. Si bien en Mendoza JxC cosechó su sexta victoria provincial (se impuso también en San Luis, Santa Fe, San Juan, Chubut y Chaco), el repunte de la postulante del PRO a nivel nacional aún le cuesta y lo necesita para forzar una segunda vuelta con Javier Milei, que sigue marchando como favorito en las encuestas.

En medio de la incertidumbre, una certeza que se confirmó en la provincia cuyana es cierto hartazgo contra el oficialismo-peronismo, que salió tercero. Pero es como si ese hartazgo se partiera en dos a la hora de sufragar: votando por una coalición o candidato a nivel provincial y eligiendo en otro sentido a nivel nacional.

Aún así, anoche, en Mendoza, JxC buscó nacionalizar una victoria que, en rigor, le pertenece más al radicalismo que al PRO. Para el Gobierno y el PJ, en tanto, fue otra jornada con sabor a derrota, en la última noche electoral antes del 22 octubre.

Milei

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