El golazo exquisito de Sosa fue un quiebre esencial para ir en busca del nivel que ha perdido
Edición Impresa | 25 de Septiembre de 2023 | 03:53

Martín Mendinueta
@firmamendinueta
En la antesala del partido más esperado Estudiantes supo construir un triunfo ideal. Siendo superior a un rival atrapado en su impotencia, el equipo de Eduardo Domínguez generó el quiebre que tanto necesitaba para recuperar convicción y confianza.
Ganó por la hermosa pegada del Principito. Muy joven, en aquella tarde de diciembre de 2006, que terminó en vuelta olímpica ante Boca en cancha de Vélez, Sosa había dejado un sello de calidad para la historia del club antes de partir hacia el fútbol alemán. Ayer, en la etapa final de su brillante carrera, volvió a tener “la llave para ingresar al reino de la felicidad”.
Con más dirección que potencia ubicó la pelota al lado del palo izquierdo y después sonrió esperando el abrazo de sus compañeros. Estudiantes ganó en el Coloso Marcelo Bielsa por él. No es poco para quien viene cosechando satisfacciones que en los primeros tiempos de esta segunda etapa parecían muy lejanas.
En este nivel su aporte marca diferencias. La claridad para sumar pases y hacer que el León se haga amigo del balón resultó una ayuda de vital importancia.
En la coyuntura de un equipo que lucha por sobreponerse a un decaimiento severo, el técnico tiene claro los hombres en los que se apoyará el próximo domingo frente a Gimnasia.
Con el crecimiento sostenido de Eros Mancuso, quien está demostrando que puede jugar con similar eficacia por ambas bandas, un par de intervenciones tranquilizadoras de Andújar y llamativas carencias por solucionar en el ataque, Estudiantes cumplió con lo que sehabía propuesto como meta impostergable: ganar en Rosario.
un león con escasa peligrosidad en ataque, tema clave a resolver
Necesita mejorar urgente en ofensiva. Las diferentes y continuas lesiones, el opaco nivel de los que juegan y la escasa cantidad de variantes convincentes en el banco de suplentes han hecho que perdiera cercanía con el gol.
¿Adónde fue a parar la peligrosidad Pincha?
Mauro Boselli y Guido Carrillo han sido y siguen siendo tema recurrente. Cuando estuvieron no brillaron, pero, por lo menos, le otorgaron una imagen más erguida al ataque. Mauro Méndez sufre la soledad y, más allá de algunas limitaciones, pretender que él solo facture en la red es una pretensión bañada de crueldad. Es justo remarcar que ayer le cometieron un penal que entre el juez Facundo Tello y sus colegas del VAR desestimaron por completo.
Las llamativas limitaciones de los dirigidos por Gabriel Heinze también tuvieron un rol protagónico en el trámite del partido. Hubo ratos muy aburridos, donde ninguno rompía el tedioso molde de las continuas imprecisiones.
ganar de visitante siempre ha sido un impulso muy preciado
Regresar al Country con los tres puntos y un ramillete de rendimientos interesantes (Sosa, Mancuso y los dos Fernández) constituye un capital muy valorado para lo que viene; tanto el clásico como el resto del campeonato.
Estudiantes sigue recordando con nostalgia aquel brillante pico de rendimiento que no tuvo el merecido premio en la Copa Sudamericana. Ese partido significó el punto más elogiado de su rendimiento en lo que va del ciclo y acercarse a tan alto nivel bien puede ser el objetivo que le demande su máxima energía.
El regreso de al menos uno de sus dos delanteros referenciales será vital para su postura general cada vez que cruce la frontera de la mitad de la cancha. El uruguayo no puede seguir luchando en clara desventaja ante los zagueros de turno. Necesita un compañero de ataque y ninguno de los mediocampistas ofensivos (ni siquiera Rollheiser) puede realizar esa tarea.
Tiene toda la semana por delante para procurar un armado que ayude a resolver su principal déficit.
Eros Mancuso ya es un titular más. Por las dos bandas sabe cumplir y se destaca su gran regularidad
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