Dolor en La Plata por la muerte del reconocido científico Walter Triaca: del Conicet a la Nasa
Edición Impresa | 24 de Enero de 2024 | 02:41

El fallecimiento del Doctor Walter Triaca, un profesional de reconocida trayectoria académica y científica causó un profundo pesar en la Facultad de Ciencias Exactas y en diferentes ámbitos en los que él se desenvolvió con excelencia.
Había nacido en La Plata, el 25 de mayo de 1939. Sus padres fueron Enrique Triaca y Raquel Villa y creció junto a sus hermanos Gladys y Enrique.
Completó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional y a los 16 años ingresó a la Universidad Nacional para estudiar química en la entonces Facultad de Química y Farmacia. Finalizó sus estudios de doctorado en 1963 y se especializó en electroquímica.
Luego realizó estudios postdoctorales en la Universidad de Pennsylvania y trabajó sobre celdas de combustible en medios fundidos. Comenzó su actividad docente en la Facultad a partir del año 1960 y alcanzó el cargo de Profesor Titular Ordinario de Procesos Electroquímicos.
Además fue investigador del CONICET con la categoría de Investigador Superior. En el INIFTA realizó investigaciones pioneras en el país en reacciones electroquímicas en sales fundidas y hacia el diseño y desarrollo de nuevos materiales de electrodos para sistemas avanzados en la conversión y almacenamiento de energía.
Fue un referente en la utilización de tecnologías basadas en el uso de hidrógeno como fuente de energía alternativa. Sus aportes se reflejaron en importantes publicaciones científicas y desarrollos tecnológicos de altísimo impacto, en la formación de recursos humanos altamente capacitados, en su participación en ámbitos de gestión universitaria y científico-tecnológica, y especialmente en sus recordadas clases de electroquímica.
Tras su jubilación, fue designado Profesor Emérito de la UNLP a propuesta de la comunidad de Exactas.
Junto a Susana Campi cumplió el proyecto de formar una familia. El matrimonio vivió un tiempo en Philadelphia, Estados Unidos; Triaca trabajó dos años para la NASA.
La familia creció con los nacimientos de sus hijas Claudia y Adriana. Con los años llegaron Sofía y Martina Morales, las nietas que fueron su debilidad. Ejerció el rol de abuelo con muchísimo amor y disfrutaba de explicarles química, historia y matemática.
Compartir momentos con la familia lo fue todo para él. También se destacó por su gran disponibilidad para responder a los requerimientos de sus alumnos y becarios. Nunca reparó en dedicarle todo el tiempo necesario a atender sus consultas.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE