El acusado del crimen en Romero se negó a declarar

Lo llevaron al despacho del fiscal Álvaro Garganta, que le leyó los cargos que pesan en su contra. Solo dijo que no tiene antecedentes

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En la jornada de ayer, Tobías Maximiliano Molina, de 19 años, fue conducido al despacho del fiscal Álvaro Garganta, en el edificio del fuero que está sobre la calle 7 entre 56 y 57, para la audiencia de indagatoria en el marco de la causa que lo tiene imputado como autor del asesinato de Isaías Córdoba (14) en Melchor Romero.

El hecho ocurrió en la madrugada del 1º de enero pasado en las calles 158 y 50, cuando la víctima fue alertada por un incidente, en el que estaba involucrado su hermano, dos años mayor.

En realidad, el joven estaba siendo blanco de una golpiza por parte de tres sujetos e Isaías intentó ayudarlo.

En ese momento, según entiende la Justicia, se produjo el disparo mortal, efectuado por una persona que no tomaba parte de ese conflicto, pero que sí conocía a los agresores y se sumó a ellos a distancia.

“De manera intempestiva efectuó un disparo en la dirección en que se hallaba Isaías Córdoba, el cual impactó en su cabeza y minutos más tarde le provocó su deceso”, fue parte de la lectura de cargos que Molina escuchó con atención.

Por eso, después de dar a conocer sus circunstancias personales y aclarar que no tenía antecedentes, ni causas previas, informó que no pensaba contestar preguntas.

Tampoco hacer ninguna referencia al episodio. Todo por consejo de su abogado defensor.

Ante esas circunstancias, terminado el acto, Molina volvió a su lugar de detención, quedando el fiscal Garganta en condiciones de avanzar con el desarrollo de la pesquisa y, eventualmente, requerir su prisión preventiva.

Para la jueza Marcela Garmendia, que avaló lo actuado en la instrucción, “existen motivos bastantes para sospechar que Tobías Maximiliano Molina ha participado en la comisión del mismo en grado de autor”.

La imputación que ahora enfrenta es por “homicidio agravado por el empleo de arma de fuego”.

Como se recordará, en la génesis de las actuaciones otro joven estuvo demorado bajo sospecha por el homicidio y, hasta se lo sometió a una prueba de dermotest, aunque después la causa se direccionó hacia Molina.

Los voceros consultados, sin embargo, refieren a que participó del accidente y hasta habría lesionado al hermano mayor de la víctima.

A esta persona, casi enseguida del hecho, en un ataque de furia por parte de allegados a la familia Córdoba, le prendieron fuego la casa, a pocos metros de la escena trágica.

Esa construcción, se sabe, quedó completamente destruida, aunque no hubo que lamentar otros lesionados.

 

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