VIDEO. Dejó de pagar vigilancia y le vaciaron la caja: “Las casualidades dan miedo”
Edición Impresa | 6 de Enero de 2024 | 02:11

El efecto sorpresa combinado con una serie de improperios, gritos y un arma de fuego le bastaron a una banda de ladrones para bloquear a su víctima en un pet shop ubicado en Camino Belgrano y 514, frente a Carrefour y cumplir con su cometido: apoderarse de la recaudación.
Los individuos, cuya identidad hasta el cierre de esta edición continuaba siendo una incógnita para los investigadores, ingresaron al lugar alrededor de las 15 cuando el movimiento comercial comenzaba a cobrar ritmo.
“En cuanto al robo, uno se encargó de reducir a un cliente y el otro se fue directamente al mostrador y comenzó a hostigar al encargado”, comentó a este diario un representante de la firma.
“¡Todos al piso y boca abajo!” y “Dónde está la plata grande!”, fueron algunas de las exigencias que les indujeron a los presentes.
Con el arma en la mano, avanzó hacia el otro lado del mostrador dejando al empleado de la firma sin escapatoria. Sobrecogido por el miedo, el trabajador no tuvo más alternativa que ceder y dejar que vaciara la caja.
Como se indicó, el ataque se produjo sin preámbulos. Esto, justamente, es lo que llama especialmente la atención del propietario de la firma.
Generalmente los ladrones que atacan comercios suelen hacerse pasar por clientes primero. Esta instancia les permite a los hampones definir una serie de variables antes de concretar el golpe.
Mediante la observación pueden establecer la cantidad de personas que hay en el local, potenciales vías de escape, ubicación de alarmas y cámaras y el funcionamiento de la caja.
En esta oportunidad, los hampones dejaron a un lado esta especie de manual del ladrón y combinaron la inmediatez con la improvisación.
En un clip al que tuvo acceso este diario se puede apreciar la decisión con la que los sospechosos avanzaron por la vereda y concretaron el golpe.
“Hace unas semanas di de baja las horas adicionales que tengo en la policía -pasaron dos años sin robarme, pero pecan de obvio (no creo, pero las casualidades me asustan). Dos años que teníamos el personal ahí, y justo lo sacamos y nos empiezan a robar de nuevo”, expresó el dueño de El Tucán.
Pese a que todo el hecho quedó filmado por las cámaras de seguridad del comercio, el hecho de que ambos tuvieran los rostros semicubiertos hizo imposible distinguir sus rasgos faciales.
Hasta el momento, los investigadores apuntan a un robo al voleo aunque no se descarta la posibilidad de que la banda haya elaborado un rudimentario plan a partir de algún tipo de vigilancia previa del lugar y de “información concreta” suministrada por la figura de un entregador.
Los investigadores confían en que podrán confirmar o descartar esta teoría en las próximas horas una vez que terminen de analizar las imágenes captadas por cámaras de la zona.
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