El tedio al menos sirvió para que el Pata Castro y De Blasis ganaran ritmo
Edición Impresa | 19 de Octubre de 2024 | 04:40

Martín Mendinueta
deportes@eldia.com
Gimnasia “se sacó de encima” el compromiso que le demandaba el fixture sin transitar los extremos de la emoción, y ahora sí podrá enfocarse pura y exclusivamente en la gran prueba que tendrá ante Boca el miércoles próximo.
Haber ido a Junín con una formación dominada por habituales suplentes, y haber regresado sin consecuencias que lamentar, arroja un balance levemente positivo.
Es tan cierto que hace bastante que no puede ganar (lleva cinco partidos sin festejar los tres puntos), como que arriesgó bastante poniendo en el campo una formación sin buena conexión entre sus hombres.
No perder le servía y con esa motivación salió a jugar procurando que el Pata Castro fuera el conductor, pero sólo pudo entregar algunas pocas pinceladas interesantes.
El equipo dirigido por Damonte transita una etapa desnuda de brillos y su precariedad fue la que le permitió al Lobo generar, de vez en cuando, ataques que contuvieran una mínima dosis de ilusión goleadora.
la insistencia con Rodríguez de extremo es difícil de entender
Los defensores Fabricio Corbalán (demostró ímpetu para proyectarse por su banda), Gustavo Canto y Rodrigo Gallo rindieron dentro del nivel esperado. Lo mismo ocurrió con Augusto Max (que esta vez no brilló) y Garayalde; pero en cambio, David Zalazar y Valentín Rodríguez decepcionaron por completo.
No causó sorpresa el funcionamiento con tantas imprecisiones; era lógico. Gimnasia fue un equipo armado sólo para cumplir con el cronograma estipulado y, más allá de los dichos protocolares, el partido estuvo lejos de representar una motivación.
El único que consiguió aprovechar la ocasión fue Franco Troyansky. Jugó en un nivel correcto y el gol lo ayuda para asomar la cabeza en un horizonte de chatura generalizada. Dejó el campo con una molestia, pero su apellido quedó mejor posicionado dentro de los suplentes que esperarán su oportunidad en el Parque Independencia.
Zalazar, en cambio, no tomó decisiones acertadas y sus buenas condiciones técnicas jamás se hicieron notar.
Entre las cuestiones valiosas están los minutos sumados por Lucas Castro y Pablo De Blasis. El equipo los necesita. ¿Juntos? Nadie sabe qué decidirá el director técnico, pero son valiosos justamente por las diferentes alternativas que pueden ofrecer desde su experiencia.
Gimnasia tiene pocas dudas en cuanto a la mejor formación que presentará ante Boca. Lo de ayer nada cambió. Fue otra cosa. La única duda parece estar en la conformación del mediocampo: ¿Más marca con dinámica o bien apostar por una cuota de inspiración diferente?
Mientras la expectativa y la ilusión siguen en aumento, debe elegir la mejor estrategia para afrontar una prueba clave.
El primer gol con la camiseta albiazul y una correcta labor, le dan a Troyansky un nuevo crédito
La vuelta del Pata Castro significó el prólogo de lo que ocurrirá ante Boca dentro de 4 días
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