Mientras alentaban al Pincha, les vaciaron el auto

Edición Impresa

La técnica que utiliza dispositivos que emiten ondas electromagnéticas para desactivar los sistemas de seguridad de automóviles ha provocado nuevamente pérdidas económicas significativas a un propietario de vehículo.

Se trata de los conocidos inhibidores de alarmas, término que se emplea en el ámbito delictivo para referirse a los aparatos desarrollados por delincuentes especializados en electrónica que son capaces de neutralizar la señal necesaria para activar un comando en un dispositivo.

El espectro de acción es amplio. Además de los controles de dispositivos smart tv, consolas de videojuegos y sistemas de audio, entre la extensa variedad de sistemas susceptibles de ser “hackeados”, también se encuentran el cierre automático y las alarmas de los autos.

Aquellos que operan en el sector del robo de vehículos conocen a la perfección cómo funciona este mecanismo. El modus operandi requiere cierta cercanía a la víctima.

La treta se pone en marcha cuando el propietario envía la señal para cerrar las puertas y activar la alarma.

Algunos automovilistas logran notar a tiempo la falta del pitido que confirma la acción y regresan a sus vehículos para asegurarlos con llave.

Sin embargo, quienes no se percatan de este detalle. Son ellos quienes terminarán sufriendo graves pérdidas materiales.

Este fue el caso de una familia hincha de Estudiantes, que estacionó su Volkswagen Gol en las inmediaciones del estadio Jorge Luis Hirschi, más precisamente en 58 entre diagonal 79 y calle 2.

Según pudo investigar este medio, mientras presenciaban el duelo que disputó el cuadro albirrojo con Instituto de Córdoba, delincuentes se colaron en su rodado y luego de revisar cada recoveco de la unidad, se apropiaron de un fajo de billetes.

Siempre en base a la versión oficial, las pérdidas ascendieron a los 310 mil pesos.

Pese al triunfo que logró conquistar el Pincha, la tarde para esta familia fue realmente amarga.

Al regresar, se dio cuenta de que una de las puertas de su coche estaba abierta y la cerradura con signos de haber sido forzada.

Mientras esperaba a la Policía, la víctima comenzó a hacer un inventario para determinar qué objetos personales le habían robado.

Así logró detectar que, además del dinero, le sacaron tarjetas de crédito, el estéreo y dos mochilas.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE