“Te estudiamos”: amenaza y violencia durante un robo en San Carlos
Edición Impresa | 26 de Octubre de 2024 | 02:44

Una banda compuesta por al menos dos criminales armados y equipados con pasamontañas y guantes llevaron a cabo, en la madrugada de ayer, un violento asalto en una casa situada en San Carlos.
Los delincuentes, quienes sorprendieron a la víctima cuando faltaban unos pocos minutos para que se despertara, no dudaron en proferir insultos y amenazas con el fin de quebrantar la voluntad de la afectada y obtener información sobre el paradero de sus ahorros.
El incidente ocurrió en un domicilio ubicado en la intersección de las calles 140 y 40, al que accedieron dos desconocidos, cuyas edades y rasgos físicos no pudieron ni siquiera ser esbozados debido al estado de nerviosismo en el que quedó inmersa la víctima y a que los sujetos tenían los rostros totalmente cubiertos.
Las autoridades están investigando cómo los asaltantes lograron burlar la seguridad de la propiedad. En este sentido, fuentes policiales informaron que todo apunta a que aprovecharon un ventanal abierto para introducirse en el lugar y tomar por sorpresa a la mujer que en ese momento se encontraba sola en el domicilio.
Al mismo tiempo, destacan que están analizando unas marcas halladas en la puerta ya que también cabe la posibilidad de que hayan usado alguna ganzúa para abrir la cerradura de la puerta principal.
De acuerdo a fuentes del caso, el asalto tuvo lugar poco antes de las 7:30 de la mañana.
A esa hora, el sueño de la chica se vio interrumpido por los incesantes ladridos de su perra. Fue así que se levantó de la cama para intentar entender qué estaba provocando la ferocidad con la que ladraba el animal.
Al principio, la mujer no detectó nada extraño, pero como los ladridos no cesaban, optó por continuar inspeccionando.
Jamás imaginó la amenaza que la estaba esperando en la cocina. Apenas abrió la puerta se topó cara a cara con los delincuentes quienes la amenazaron y la obligaron a permanecer en silencio.
Inmersa en una crisis de nervios, uno de los sujetos la redujo y le tapó la boca con la mano.
Inmediatamente comenzaron con el careo de rutina. “Estás sola”. “Dónde está la plata”. Luego le advirtieron que conocían a su familia. Incluso llegaron a decirle el nombre de su marido. “Te estudiamos”, dijeron.
Una vez que vieron que la mujer había logrado estabilizarse le sacaron la mano de la boca. Con el único afán de que la pesadilla terminara lo más rápido posible la mujer expuso dónde se encontraban guardados sus ahorros.
Uno de los hampones fue hasta el lugar y efectivamente se encontró con un sobre con divisas. De esa manera, los ladrones saciaron la sed de delinquir, ya que en cuestión de segundos abandonaron el lugar.
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