Pornovenganza en La Plata: por un video íntimo su ex lo tiene en jaque

En el contexto actual, la tecnología ha permeado cada rincón de nuestras vidas, incluyendo una de las esferas más íntimas: la sexualidad. Apps de citas y de mensajería instantánea plantean una nueva dinámica en la comunicación entre personas que se atraen mutuamente. En este marco, donde la comunicación digital es la norma, el intercambio de fotos y videos íntimos entre parejas ha cobrado un fuerte protagonismo como instancia previa al encuentro. Sin embargo, esta modernización de las relaciones interpersonales no está exenta de riesgos.

Dos de los fenómenos más preocupantes asociados a compartir fotos de la intimidad son la pornoextorsión y la pornovenganza, prácticas que ponen en jaque la privacidad y la dignidad.

La pornoextorsión se refiere a un tipo de chantaje donde el atacante busca obtener algo a cambio de no difundir el contenido íntimo que posee. Las exigencias pueden variar desde dinero hasta más material íntimo o incluso la continuación de la relación.

Por otro lado, la pornovenganza se manifiesta mediante la difusión de imágenes o videos íntimos sin el consentimiento de la persona involucrada, con la única intención de humillarla.

Ambas vejaciones pueden verse reflejadas en la situación que le tocó vivir a un platense de 37 años que, según denunció en las últimas horas, terminó en las garras de una mujer mexicana de la que se enamoró “virtualmente”.

Incluso, según expuso ante las autoridades, llegó a enemistarse con aquellos allegados que le pronosticaron que por la diferencia de edad y la distancia la relación no llegaría a buen puerto. Sin embargo, pese a que un encuentro físico era algo lejano y remoto, decidió tomarse la relación como sólida y estable, algo que hasta ese momento le había sido esquivo.

Transcurridos unos meses, las mieles de los primeros encuentros online se fueron diluyendo y la relación se transformó en una pesada mochila. Así este hombre cayó en la realidad de que el amor se había terminado y que lo mejor era ponerle fin. Su deseo era que terminara de la mejor manera pero la mujer no lo entendió así.

A los pocos días de que el vínculo llegara a su fin, comenzó a exigirle dinero a cambio de no publicar una serie de videos íntimos que él le había compartido durante sus primeras conversaciones por WhatsApp. Según expuso el damnificado, llegó a recibir mensajes de parte de un ex de esta mujer quien le advirtió que debía pagarle si no quería que algo malo le sucediera. Siempre en base a la denuncia, el joven logró reunir el dinero. De todas maneras, pese a la oportunidad que tenía de cobrar una suculenta cifra, la mujer optó por hacer públicas las fotos, claro está, con la única intención de desprestigiar al damnificado.