Posible boda entre el PRO y LLA: ¿amenaza la identidad amarilla?
Edición Impresa | 5 de Noviembre de 2024 | 03:45

Denise Chmois
eleconomista.com.ar
¿Se acerca una boda en la política argentina? Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, avivó las expectativas sobre una alianza con el PRO. El legislador de La Libertad Avanza afirmó: “Tenemos una coincidencia ideológica que es casi total. Con lo cual, ¿estamos cerca de ponernos de novios? Sí, yo digo que estamos muy cerca”.
Las declaraciones de Menem se dieron en una entrevista en la que también participó el jefe del bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo. Ambos manifestaron que sus partidos comparten más del 80% de los objetivos.
Además, el diputado amarillo señaló que “si le va bien al Presidente, le va bien a la Argentina, vamos a seguir acompañando. Y después tendremos nuestra identidad partidaria”. Esta aclaración no es menor, en tanto el apoyo que el PRO le brinda a La Libertad Avanza podría desdibujar su identidad y propósito.
Es útil hacer un repaso histórico para alertar sobre esta posibilidad. La Unión del Centro Democrático fue un partido liberal y conservador que ganó notoriedad en los años ‘80. Con un caudal de votos que creció del 1,7% en las legislativas de 1983 al 7,2% en las presidenciales de 1989, el partido se estableció como una fuerza política emergente.
Sin embargo, con el giro ideológico de Carlos Menem -de una campaña de corte justicialista a una administración neoliberal-, la UCeDé se acercó al Gobierno y apoyó sus proyectos en el Congreso. Incluso el líder del partido, Álvaro Alsogaray, fue designado asesor presidencial.
Esta incorporación al Gobierno le costó su caudal de votos y, finalmente, en las presidenciales de 1995 participó como integrante de la coalición que respaldaba la reelección de Menem. Así, la UCeDé perdió relevancia, identidad y propósito.
Salvando las distancias entre la UCeDé y el partido fundado por Mauricio Macri, parte del PRO parece tener en cuenta esta historia.
El partido rompió con el duopolio presidencial del peronismo y el radicalismo, se convirtió en el principal rival de un kirchnerismo por entonces muy fuerte, construyó un nuevo discurso de cambio y modernización, y se consolidó como uno de los partidos más relevantes de la política argentina.
La irrupción de La Libertad Avanza en las presidenciales de 2023, con un discurso más radicalizado y un líder con un carisma superior, puso en entredicho al PRO, dejándolo afuera de la segunda vuelta. El triunfo de Javier Milei y la buena aprobación de su gestión continúan por la misma senda.
La pregunta es: si ambos partidos comparten los objetivos y se acompañan en las iniciativas, pero La Libertad Avanza es gobierno, su administración goza de aprobación y sus figuras tienen mejor imagen, ¿qué rol cumple el PRO?
Ese es el interrogante que el propio PRO debe responder. Macri intenta defender la identidad partidaria, mostrándose reticente a una fusión, aunque no descarta una alianza electoral para el próximo año. Por el momento, La Libertad Avanza necesita del PRO, ya que cuenta con baja representación parlamentaria y una estructura en desarrollo.
Idas y vueltas en la relación
Desde el inicio de la gestión de Milei, la relación entre el PRO y La Libertad Avanza ha sido fluctuante. En la campaña, el ahora presidente recordó el pasado montonero de la candidata amarilla, quien luego se convirtió en su ministra de Seguridad. De los intentos de diferenciarse en la campaña, el PRO pasó a brindar apoyo para la segunda vuelta.
Durante la gestión, el PRO se dividió entre quienes buscan casi un matrimonio con La Libertad Avanza y quienes, como Macri, buscan sostener cierta autonomía.
El propio expresidente ha oscilado en su respaldo a los proyectos presidenciales, aunque últimamente se muestra más flexible respecto a una alianza electoral en 2025: “Antes de casarnos tenemos que conocernos. Espero que este proceso madure y se genere el espíritu de sociedad, de trabajar en conjunto y tener listas en el 2025”. Para Menem, parece que la etapa de conocerse ya está quedando atrás.
La boda parece estar cada vez más cerca. La coincidencia ideológica es clara y, por ahora, la necesidad mutua también. Sin embargo, esta unión podría poner en juego la identidad partidaria del PRO e, incluso, su relevancia en el escenario político argentino.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE