“Contragolpe” a La Cámpora, que intentó dejar mal parado a Kicillof

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En medio de las tensiones internas que atraviesa el Partido Justicialista (PJ) bonaerense, el gobernador Axel Kicillof demostró que no está dispuesto a quedar como el blanco fácil de las maniobras políticas que buscan socavar su gestión. Se trató de una movida reciente de La Cámpora, que intentó dejarlo mal parado durante una reunión del Consejo del PJ, pero que tuvo una rápida respuesta del entorno del Gobernador.

El episodio que desató la tensión ocurrió el lunes en Moreno, cuando el intendente de Carmen de Areco, Iván Villagrán, un joven abogado y dirigente cercano a Máximo Kirchner, tomó el micrófono para acusar al gobierno provincial de perseguir a un concejal de La Cámpora. El edil en cuestión, Sergio Dinardi, también empresario del rubro cárnico, habría recibido una sanción del Ministerio de Trabajo bonaerense por presuntas irregularidades laborales. La escena, cargada de intención, parecía buscar exponer a Kicillof como alguien que no cuida a los propios dentro del espacio político.

En ese contexto, el Gobernador, si bien no alzó la voz, quienes lo rodean aseguraron que el mensaje fue claro: las inspecciones laborales no responden a favoritismos ni se detendrán por intereses partidarios. Desde su entorno, además, dejaron trascender que esta clase de señalamientos públicos resultan contraproducentes para un movimiento que busca fortalecer su unidad.

El descontento generado por la intervención de Villagrán no fue exclusivo de Kicillof. Incluso en sectores afines al hijo de la exvicepresidenta y titular del PJ Nacional hubo quienes cuestionaron la pertinencia del planteo, calificándolo como un golpe bajo y poco estratégico. De hecho, la propia expresidenta Cristina Kirchner, presente en la reunión, manifestó su incomodidad por el tono y la oportunidad elegida para el reclamo, según confiaron testigos del encuentro.

Con el marco dado, el contragolpe de Kicillof no solo tuvo un componente discursivo. En efecto, el Gobernador reforzó sus lazos con intendentes y referentes del peronismo que, aunque también se alinean con La Cámpora, consideraron que los ataques internos debilitan al espacio en su conjunto. Figuras como Jorge Ferraresi y Andrés “Cuervo” Larroque salieron a respaldar al mandatario, con lo que dividieron aguas frente a los intentos de Máximo de imponer su liderazgo a cualquier costo.

El trasfondo de este conflicto pone en evidencia las tensiones latentes entre los diferentes sectores que coexisten en el PJ. Así, mientras Kicillof busca consolidar su imagen como un gobernador eficiente y ajeno a las internas que desgastan al oficialismo, desde La Cámpora parecen insistir en una estrategia que prioriza la fidelidad a su propia agenda. Sin embargo, las críticas hacia Máximo Kirchner no se limitan a su oposición a Kicillof: varios dirigentes consideran que su estilo confrontativo y poco articulado genera más divisiones que consensos.

 

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