“Tenemos una medalla, ahora vamos por otra”

El entrenador de Vélez, Gustavo Quinteros, celebró con euforia el título obtenido en la Liga Profesional de Fútbol y destacó el esfuerzo y la evolución del plantel a pesar del bajón deportivo.

El equipo de Liniers logró coronarse campeón tras una temporada brillante, dejando atrás una recta final con altibajos y reafirmó su calidad en el partido definitorio.

Quinteros resaltó en una entrevista el crecimiento de sus dirigidos: “Yo creo que es un mérito de la evolución de los jugadores. El año pasado, el 80 por ciento pudo haber sido campeón, pero hicieron una temporada brillante”.

El entrenador reconoció que la madurez del plantel fue clave para alcanzar este logro.

El camino al título no estuvo exento de dificultades. Vélez atravesó un bache en los últimos encuentros y sufrió una dura derrota en la final de la Copa Argentina, un golpe que, según Quinteros, pudo haber sido definitivo.

“Tuvimos un bajón que apagó lo que estaba haciendo el equipo en los últimos partidos, y la derrota por la Copa Argentina golpeó, pero se supieron levantar y esto es de ellos”, afirmó con orgullo el técnico.

Quinteros, quien pasó varios años dirigiendo fuera del país, también destacó la importancia personal de este logro: “Siendo argentino y trabajando afuera, tenía muchas ganas de volver y ser campeón acá en Argentina”.

El entrenador valoró lo especial de conseguir un título en el fútbol de su país natal.

De cara al futuro, el entrenador no se conforma con lo conseguido y ya piensa en nuevos desafíos: “Tenemos una medalla, ahora vamos por la otra”, lanzó, dejando claro que el objetivo es seguir compitiendo al más alto nivel y sumar nuevos títulos a las vitrinas del club.

Finalmente, Quinteros cerró con una frase que refleja el desgaste y sacrificio de una temporada exigente: “Jugamos todos los partidos del fútbol argentino”.

El entrenador destacó el compromiso del plantel para afrontar todas las competencias y pelear hasta el último minuto.

Vélez tuvo ayer un momento de descanso físico pero por sobre todas las cosas mental, porque en las últimas semanas fue mucha la presión que recibieron jugadores, dirigentes y cuerpo técnico. El plantel sabia que sí o sí tenía que ganar algo en este 2024 luego de llegar a tres finales. Le queda una cuarta.

Precisamente es una incógnita cómo puede reaccionar el equipo que el domingo volvió a jugar como jugó en el mejor momento en el campeonato, superando de principio a fin a Huracán, qye llegaba al partido con chances de ser campeón: de hecho si ganaba levantaba el trofeo en la misma cancha de Vélez.

¿Se sacó la presión y ahora se liberó? ¿Alcanzó el objetivo y ahora sólo piensa en las vacaciones y en el año que viene? Las dos preguntas pueden tener verdad, pero recién se responderán el sábado.