Tumban a un jinete y huyen con el caballo
Edición Impresa | 22 de Diciembre de 2024 | 02:34

La Plata siempre da sorpresas en materia delictiva. Por eso, si bien no es novedoso, que nunca haya pasado, escuchar en pleno siglo XXI que dos delincuentes hayan robado un caballo en medio de la Ciudad, con el que escaparon al galope, no deja de ser algo muy llamativo.
El hecho ocurrió en la zona de 1 y 72, a la altura de las vías del tren universitario, por donde venía desplazándose la víctima, de 54 años, arriba de un equino criollo, de color zaino oscuro.
Fue en esas circunstancias que, de acuerdo a la denuncia policial, se le aproximó un sujeto con musculosa amarilla y jeans, bastante delgado y, de 1,75 metros de altura aproximadamente, quien le pidió un cigarrillo.
Junto a esa persona, siempre en base al relato del damnificado, se encontraba un acompañante de remera verde.
Todo formó parte de una treta, porque enseguida al jinete le mostraron un arma de fuego, tipo revólver, con el que le pegaron un culatazo en la cabeza, que lo tumbó del animal.
En ese instante, aprovechando que estaba en el piso medio aturdido, uno de los ladrones se trepó al caballo, mientras que al otro alcanzó a darle una trompada, pero con eso no evitó que escapar al galope junto a su cómplice.
La huida, contó el hombre asaltado, se concretó siempre por 72 en dirección a la avenida 7.
Resignado y, con sangre por la herida que le habían provocado, se dirigió enseguida al hospital San Martín para que lo asistieran.
Al parecer, el equino, cuyo paradero se desconoce, como el de los asaltantes, era prestado, ya que lo usó para llevar otro caballo de carreras hasta 177 y 67.
Precisamente, cuando estaba de regreso, es que la inseguridad se le cruzó en su camino y de la peor forma.
Ahora los investigadores policiales y judiciales están detrás de la pista de los autores del hecho, a quienes intentan identificar a través del análisis de las cámaras de seguridad.
De todas formas, se indicó que no estarían a ciegas, ya que tendrían al menos el apodo de uno de los “cabachorros”, un dato para nada menor.
En el caso tomó intervención la UFI Nº 9 de La Plata.
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