¿Un profeta que hace 80 años vaticinó la llegada de Milei?

Benjamín Solari Parravicini, pintor argentino. Anticipó en 1940 el ataque a las Torres Gemelas, la guerra de Malvinas y otros hechos de la historia contemporánea

Edición Impresa

Por MARCELO ORTALE

marhila2003@yahoo.com.ar

Durante más de ochenta años sólo un grupo de iniciados conocía sobre las profecías del pintor y escultor argentino Benjamín Solari Parravicini (1898-1974). Pero ahora fue subido a las redes de internet y su fama se multiplicó. Ocurre que, entre otros anticipos ciertamente desconcertantes, habría previsto allá por 1940 la llegada de Javier Milei a la presidencia.

Solari Parravicini trabajó sobre dibujos, a los que adosaba textos aderezados con un estilo entre ambiguo y barroco. Pero que en algunos casos fueron elocuentes. En el del texto sobre Milei, algunas coincidencias ciertamente asombran.

A esos dibujos les llamó “pictografías” y en ellos, varias décadas antes, vaticinó varios acontecimientos que alcanzaron repercusión mundial.

Así, se dice que anticipó en muchas décadas la llegada de la televisión, la carrera espacial, el ataque a las Torres Gemelas, el vía satélite, la fertilización in vitro, que el primer ser terrestre en conquistar el espacio sería un perro, la llegada del castrismo a Cuba, la guerra de Malvinas y la caída de un gobierno militar, la renuncia de Benedicto XVI y la elección del actual pontífice.

Sobre las Torres Gemelas escribió junto al dibujo “la libertad de Norteamérica perderá su luz, su antorcha no alumbrará como ayer y el monumento será atacado dos veces”. Fue tan premonitorio como su vaticinio sobre el impacto que causaría la televisión: “el mundo llegará a ser desnaturalizado por el poder de una pantalla doméstica. Toda mala influencia será desparramada groseramente sobre todo el hogar y será impuesta por el comercio avisador que busca la masa”.

En cuanto a la conquista del espacio, treinta años antes de que se iniciara, formuló en los textos que acompañan a sus dibujos estas sorprendentes premoniciones: “El can será el primer volador” o “Llegarán los hombres a la Luna. Serán en ella sin estar. Verán sin ver. Escucharán sin escuchar. Regresarán sin regresar. ¡Cuidado!”).

En 1941 afirmó que “la ‘clase media’ salva a la Argentina. Su triunfo será en el ¡mundo!”. También que la Argentina “será la nueva tierra” y la provincia de Neuquén “un faro de luz”. Algunas de sus expresiones desorientaron a sus conocidos que le pidieron más explicaciones y Solari Parravicini contestó que varias veces ni él mismo sabía qué significaban.

En 1939, año de iniciación de la Segunda Guerra Mundial, escribió: “La Argentina despedazada, partida en dos ideas levantará un fantoche de nueva doctrina, la iglesia hará silencio, la oración vencerá”.

En 1968, pocos años antes de fallecer, afirmó que “en el final de la prueba, el Sur de Argentina hablará en triunfo. Allí será el nacer del mañana. Neuquén, brújula de brújulas. La costa rionegrina hablará de la gran pesca y del cultivo de algas en sus aguas y del cultivo de frutales en sus alturas, Santa Cruz, será”.

Ya de chico, a la temprana edad de doce años aseguró que se declararía una guerra entre las principales naciones. El padre se preocupó y lo hizo revisar, pero no se constató que tuviera ninguna enfermedad mental. Poco después se desataría la Primera Guerra Mundial.

MILEI

En uno sus pictogramas realizado en 1941 el artista dibujó a “El hombre gris”, un hombre de pelo largo, parecido a un león, y a lado del dibujo estampó esta leyenda: “el hombre humilde en la Argentina se allega para gobernar. Él será de casta joven y desconocida en el ambiente, más será santo de maneras, creencias y sabiduría”.

En otro dibujo que los partidarios de Milei dicen que también le concierne al actual Presidente, la leyenda escrita por el pintor expresa: “el joven en ‘repulsas’ es un ser en desarraigo que piensa esperanzado a solas... en un reencuentro”.

El diario El País de España reprodujo en los últimos días la foto con el abrazo de Milei y Francisco y junto a ese documento gráfico agregó un dibujo de Solari Parravicini donde se ve al “hombre gris” (Milei) junto a un Pontífice.

En 1939, año de iniciación de la Segunda Guerra Mundial, escribió: “La Argentina despedazada, partida en dos ideas levantará un fantoche de nueva doctrina, la iglesia hará silencio, la oración vencerá.

¿Se refería también a Milei cuando hablando del “hombre gris”, lo califica como “un fantoche de nueva doctrina”? Y se preguntan ahora ¿qué significa “nueva doctrina”? ¿El libertarismo?

En 1938 había descripto un futuro dramático y luego esperanzador para el país: “Llegará a la Argentina empobrecida un nuevo sol. Llegará el día en que la falsa palabra será creída. Llegará cuando las aguas avancen con fuerza de ira, cuando la salud física del ser ciego y atontado sea precaria. Cuando la tierra tiemble bajo sus pies. Cuando la intriga levante la masa. Cuando el ladrón corra en las calles sin ser aprehendido. Cuando la mujer grite por sus derechos y defienda causas políticas. Llegará con el seis en el seis. Llegarán en MAYO”.

“NOSTRADAMUS CRIOLLO”

A Solari Parravicini se lo nombra como el “Nostradamus criollo”, asignándole semejanza con el famoso profeta francés Nostradamus (1503-1566), autor de profecías y premoniciones notables, muchas de las cuales se anticiparon en siglos. Nostradamus también escribía en un lenguaje críptico, entre otros motivos porque temía ser juzgado por la Inquisición.

Estudió textos sagrados, la alquimia, se inspiró en cabalistas, hizo cursos universitarios de gramática, retórica, lógica y medicina. Había nacido judío pero se convirtió al catolicismo. Trabajó como boticario y luego se acercó al ocultismo. Su cultura era enorme y escribió, entre otros, un libro de versos proféticos, que tuvo éxito, llamado “Las profecías”.

Formado entre videntes y ocultistas, Nostradamus escribió sus profecías –dramáticas la mayor parte de ellas- y aseguran que acertó casi quinientos años antes con el asesinato de Kennedy, la caída de grandes meteoritos y otras calamidades, redactadas todas bajo forma de cuartetas y en un estilo más que ambiguo. Pese a ello fue admirado por los grandes de su tiempo.

 

Estudió textos sagrados, hizo cursos universitarios de gramática, retórica, lógica y medicina

 

Su epitafio en el cementerio francés en donde yacen sus restos dice: “Aquí descansan los restos del ilustrísimo Michel Nostradamus, el único hombre digno, a juicio de todos los mortales, de escribir con pluma casi divina, bajo la influencia de los astros, el futuro del mundo”.

LOS PROFETAS

¿Qué secreto poder tienen los profetas, si es que tienen uno? Los profetas existieron en todas las culturas y en todos los tiempos. Actuaron como guías de pueblos indefensos y, además de ser ensalzados, también fueron blancos de condenas y diatribas.

Para las religiones ellos fueron quienes enseñaron las leyes de Dios, los que actuaron como intérpretes y mensajeros de la palabra divina. Sin embargo, el enigma mayor que plantean consistió siempre en saber cuál fue y cual es la facultad intelectual -si es que existe- que emplearon y emplean para formular vaticinios que luego se cumplen.

El dramaturgo inglés John B. Priestley presentó en 1937 su obra de teatro “El tiempo y los Conway”, donde en tres actos relata la historia de una familia. En el primer acto muestra una familia joven y alegre; el segundo transcurre muchos años después, con la misma familia deteriorada y envejecida; y en el último acto se retoma a la familia inicial, joven de vuelta, llena de ideales.

Sobre la filosofía del tiempo en esa obra, Priestley explicó en una conferencia la hipótesis de que todo ser humano vive sobre una suerte de disco de tiempo que gira.

De ese disco el ser humano sólo puede ver una pequeña porción, que es su presente y su pasado. Pero, conjeturó, algunos seres humanos pareciera que tienen la rara capacidad de salir del disco, y desde afuera ver el círculo entero. Es decir, sobre todo, ver el futuro que viene. Esos serían los profetas, hombres que lograron evadirse del tiempo.

Entre otros, Nostradamus habrá sido uno de los pocos –tal vez el más famoso, junto a los grandes profetas de la Biblia cristiana y los de otras religiones- que logró mirar en forma completa el disco giratorio del tiempo desde afuera. Y entre nosotros, tal vez, habrá pasado lo mismo con el pintor criollo Solari Parravicini, uno de cuyos admiradores más dilectos fue el ufólogo Favio Zerpa.

Benjamín Solari Parravicini, más conocido como el Nostradamus argentino / Web

Benjamín Solari Parravicini

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE