Una noche sin “bombas” pero con pasión

La jornada comenzó con una amenaza de explosivos, con más de 27 mil personas presentes y un colorido para resaltar. La rivalidad estuvo bien representada en el Bosque y en el Country Club

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Por FACUNDO ACHÉ

fache@eldia.com

Amenazas de bombas (varias), un recibimiento impactante de los hinchas albiazules al equipo de Madelón, una fiesta en paz, fueron los ingredientes del clásico 168, que pintó para inolvidable y fue perdiendo status hasta terminar siendo un clásico más, que quedará en la historia por el gol anulado a Mammini. Pasadas las 14 se descartó la presencia de una bomba en el estadio de Gimnasia. Fueron 4 o 5 llamados directamente al 911 que daban cuenta de la colocación de un artefacto explosivo en el Zerillo. Ante tal situación, se procedió a desalojar a la gente que se encontraba trabajando y se realizó una inspección, tras la cual se descartó la presencia de cualquier tipo de artefacto explosivo en el predio.

Gimnasia,a través de un comunicado, aclaró la situación. “Queremos informarles acerca de una situación que se presentó en el día de hoy, relacionada con nuestro querido estadio. Durante las primeras horas de la mañana, se registraron varios llamados al 911 alertando sobre la presunta colocación de artefactos explosivos en las instalaciones de nuestro club”, rezaba el texto del club en las redes sociales, que posteriormente explicó que “se activaron los protocolos de seguridad pertinentes, y la policía, junto a su cuerpo especializado en la materia, realizó una exhaustiva inspección de todas las áreas del estadio” y que se determinó que “la amenaza era falsa” sin y “ningún riesgo para la seguridad”.

Acorde a estos tiempos de fiesta exclusiva para los hinchas (en el caso de ayer, solamente socios) locales, el público tripero copó desde muy temprano los alrededores del Bosque, mientras que los hinchas de Estudiantes se limitaron a la despedida de su plantel desde el Country Club de City Bell.

El acompañamiento de los hinchas albirrojos para el micro y la combi con la delegación dilrgencial se mantuvo durante el viaje del plantel por circunvalación.

En 121 y 40 hubo un vallado que impidió que los autos siguieran acompañando la caravana. Algunas motos si pudieron seguir junto al micro hasta llegar a unas diez cuadras del estadio.

A las 18 en punto ingresó por el portón de avenida 60 el micro Flechabus que trasladó a la delegación de Estudiantes. El primer protagonista en bajar del mismo e ingresar al vestuario visitante del Juan Carmelo Zerillo fue el entrenador Eduardo Domínguez.

También temprano, en la Basile fue recibido con insultos Federico Sturzenneger, asesor del gobierno nacional. Tras algunos cruces, hay quienes refirieron que el funcionario se le puso cara a cara a un hincha y no pasó a mayores po

Mientras, los hinchas triperos vistieron los alrededores del Bosque de azul y blanco. Desde muy temprano, tomando en cuenta el pedido de la diligencia de Gimnasia a instancias de la Seguridad, los hinchas triperos se acercaron a las inmediaciones del estadio para acceder lo antes posible a sus ubicaciones. Así, ordenadamente, se formaron colas que llegaban hasta el Museo de un lado y hasta las dependencias policiales cercanas a 1 y 60 desde el otro, por lo que el operativo policial con buen tino decidió abrir las puertas del estadio antes de las 16.30, la hora programada a tal efecto. El ingreso de los hinchas no tuvo ningún inconveniente de importancia en toda la tarde.

Antes de las 19 se cerró la puerta 21 de acceso a la tribuna del Bosque, la más cercana a la Platea Basile, pero el ingreso por las puertas 5 y 23 a la tribuna de 60 continuó con un goteo permanente cuando ya la el sector mostraba una muy buen cantidad de público, sumado al color de la innumerable cantidad de banderas con palo que le daba aún un mejor marco al estadio. Recién cerca del inicio del encuentro se cerraron las puertas del Zerillo sin ningún tipo de inconveniente.

Presentes el Lobo y el Lobito en la previa, los populares personajes disfrazados fuero la única presencia ajena a los protagonistas dentro del campo de juego.

El abrazo entre Zaid Romero y Franco Troyansky luego del partido / Fotobaires

El Lobo, bandera argentina en mano, arengó a los hinchas antes de que los equipos saltaran a la cancha, mientras el Lobito recibió el saludo de Leonardo Madelón en la previa del juego.

El recibimiento a los jugadores triperos fue impresionante. Con banderas de todos los barrios, la escenografía quedó tapada por el humo autorizado por la seguridad que inundó todo el estadio.

Pareció el respaldo de los hinchas empujar a los jugadores, que salieron con todo a buscar el partido. El Uhhh de los hinchas cuando el tiro libre de Pablo De Blasis dio en el travesaño al minuto de juego pareció vislumbrar una noche de emociones que se fue diluyendo tras un buen primer tiempo de ambos conjuntos. Explotó la hinchada tripera con el grito de gol, pero inmediatamente siguió la desazón por ese tanto anulado a Mammini

Los fuegos artificiales en el inicio del segundo tiempo no alcanzaron a levantar un partido que se plancha definitivamente.

El 0 a 0 final dejó la bronca de los hinchas locales con el arbitraje y una noche en paz, sin vencedores ni vencidos. Estudiantes regresó a City Bell con tranquilidad y al Lobo el empate tampoco le cayó mal. Esta vez, 7 y 50 tuvo una noche sin festejos.

 

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