“Los fantasmas del delito”: le vacían la casa mientras dormía la siesta
Edición Impresa | 27 de Febrero de 2024 | 03:13

Horas de angustia y tensión vivió ayer una arquitecta en el barrio San Carlos, luego de que un número desconocido de delincuentes ingresó en su domicilio y se apoderó de varias de sus pertenencias.
Los intrusos, según trascendió, ingresaron al domicilio a plena luz del día y, pese a que la víctima se hallaba en su domicilio, ni se enteró.
Se trató de un nuevo caso en “modo ghost”.
Entregada a un sueño profundo, a la hora de la siesta, la mujer recién se percató de que un grupo de criminales había invadido su casa cuando despertó y notó el desorden y los faltantes.
Este nuevo episodio de inseguridad vino a confirmar la denuncia que vienen formulando, tanto los vecinos de San Carlos, como de Los Hornos y tantos otros sectores de la Ciudad, en relación al constante asedio del delito.
Ayer este diario dio cuenta de un suceso impactante, que por una cuestión de centímetros no terminó en un baño de sangre.
Mientras descansaba, una familia de la Zona Norte fue asaltada por al menos tres delincuentes armados y violentos. Mediante cachetazos y culatazos, la despertaron para hacerle vivir la peor de las pesadillas.
La golpiza solo fue el comienzo de esa tremenda embestida delictiva, ya que en pleno forcejeo, uno de los ladrones gatilló y, de milagro, el proyectil no fue a parar a la humanidad de nadie dentro de la finca.
El caso sin dudas sirve como referencia para proyectar lo que le podría haber sucedido a la arquitecta si se hubiese despertado.
Es que a diferencia de este episodio, los ladrones que ingresaron a la casa de la profesional optaron por no despertarla y proceder con el máximo nivel de sigilo.
Según pudo confirmar este diario, la banda perpetró el audaz golpe en una vivienda ubicada en 145 entre 46 y 47.
Se trató de un asalto “modo fantasma”, como han bautizado en el dialecto urbano a los cometidos en presencia de los dueños, pero sin que ellos lo perciban.
Si bien en la mayoría de casos los ladrones prefieren despertar a las víctimas para hacerles sentir el rigor de su presencia y obtener con mayor facilidad datos clave de sus posesiones, en estos casos los sujetos actúan con tal nivel de sigilo y astucia, que los damnificados toman dimensión de la visita mucho después de que han sido despojados de sus bienes.
Esto fue lo que le sucedió entonces a la arquitecta, quien recién se dio cuenta de que le habían robado cuando se despertó de la siesta y notó que su TV marca Philips de color negro no estaba en su lugar.
El faltante le causó una fuerte angustia y en ese marco decidió ocultarse en el baño, creyendo que aún existía la posibilidad de que los sujetos se encontraran en su domicilio.
Desde ese lugar se comunicó al 911 y, en cuestión de minutos, un patrullero arribó al lugar. Luego de comprobar que los delincuentes se habían retirado, la mujer salió y comenzó a examinar la escena.
Así pudo enumerar el resto de los faltantes.
Un parlante, una billetera con documentación, dinero y varias tarjetas de crédito, terminaron formando parte del botín que se llevó el clan.
Por estas horas, se analizan las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la zona en busca de algún elemento que permita identificar a los autores del ataque. Unos verdaderos expertos del delito.
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