Todos los alumnos deben contar con los libros y útiles escolares que hagan falta

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La aguda crisis económica que afecta a todos los sectores de nuestro país se hace sentir ahora, a medida que se acerca el nuevo ciclo lectivo, en el costo de los útiles escolares que, de acuerdo a datos ofrecidos, experimentan un aumento promedio del 250 por ciento promedio con respecto al año pasado.

El informe que acaba de ser publicado en este diario sobre la suba de la canasta escolar -se reseñaron allí, en detalle, los fuertes incrementos que experimentan útiles, libros y ropas- no deja duda sobre la preocupación y el desafío que enfrentan muchas familias para que sus chicos cuenten con todo lo necesario, en un contexto que ya deja en claro los fuertes incrementos que también implicará el pago mensual en los colegios con arancel libre, que anunciaron aumentos del 50 por ciento promedio en una primera etapa y luego la llegada de más ajustes.

El informe publicado ayer recordó que en meses pasados se reunió el sector de libreros y papeleros de nuestro país en la Expo Papelera de Costa Salguero y en esa oportunidad alertaron sobre las dificultades que advertían para poder contar, en el ciclo lectivo, con todos los productos necesarios en materia de útiles escolares.

El anuncio formulado por libreros y papeleros del país, acosados por un panorama muy complejo ante la escasez de numerosos productos, toca muy de cerca el área de la educación escolar -que junto a las de salud y seguridad- son de las más imprescindibles para garantizar el progreso de nuestro país.

Como nota positiva puede señalarse que las autoridades de los colegios vienen afirmando que habrá mayor flexibilidad en el tema de la indumentaria, tal como se detalló en el trabajo publicado en EL DIA.

Así también corresponde mencionar que algunas entidades de bien público, como “La Plata Solidaria”, promueven colectas anuales de útiles escolares, para ser destinados los artículos a comedores y merenderos de la periferia platense. De todos modos es el Estado el que debe asegurar que todos los escolares por igual cuenten con ropa, libros y útiles escolares.

Está claro que en la actualidad abundan demandas sociales que merecen un tratamiento especial, en situaciones que superan seguramente los planos declamatorios y que reclaman soluciones efectivas. Por ello es que resultan de enorme trascendencia las respuestas eficaces que puedan surgir frente a esos requerimientos, sean desde el Estado como las que se impulsan desde la sociedad. Existen en nuestra ciudad en los últimos años, afortunadamente, varias iniciativas solidarias destinadas a ofrecer ayuda a los escolares cuyas familias cuentan con escasos recursos.

Más allá de que les corresponda a las autoridades educativas garantizar, para todos los alumnos, el principio de igualdad de oportunidades, estas campañas deben ser valoradas y merecen respaldo.

Quienes respondan a ellas no sólo cumplirán frente a un pedido de ayuda de índole material, sino que se acercarán espiritualmente al universo de tantos niños que necesitan contención y un básico apoyo material, que prevea incluso la provisión de artículos informáticos.

Sólo así, rodeados de libros y útiles escolares, enriquecidos diariamente por la enseñanza de una docencia consciente de la trascendencia de su aporte, podrán permitirle a la sociedad una mirada mucho más esperanzadora sobre el mejor futuro que merecen ellos y el país.

 

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