Caen por dormir a un jubilado para robarle
Edición Impresa | 12 de Marzo de 2024 | 04:18

Un fuerte revuelo se generó en las últimas horas en un sector de La Loma por un operativo que llevó a cabo la Policía a partir de la denuncia radicada por una mujer que, ante las autoridades, sostuvo que su padre había sido víctima de una viuda negra que “lo drogó” para despojarlo de la totalidad de sus ahorros.
Según pudo saber este diario, por el hecho está siendo investigada una vecina del damnificado a quien la familia apunta como la responsable de suministrarle una bebida caliente que, aparentemente, habría contenido un somnífero.
El hecho ocurrió en las últimas horas en 38 entre 21 y 22. Allí se procedió a la detención de una mujer y un hombre quienes, desde ahora, quedarán a disposición de la Justicia.
Se especificó que ambos enfrentan cargos por “robo en grado de tentativa, modalidad viuda negra”.
La víctima, un jubilado de 78 años, aparentemente tenía un trato bastante cercano con la sospechosa, una mujer de 40 años, dado que los separaba apenas una pared.
En base a los datos con los que cuenta la policía, aparentemente esta mujer se habría aprovechado de esta cercanía para tenderle una trampa.
La principal línea de investigación sugiere que luego de provocarle un sueño profundo al jubilado, tanto la femenina como quien sería su pareja ingresaron a la casa y, luego de revolver todo, huyeron con todos los objetos de valor que hallaron.
Todo apuntaba a que se trataría de un golpe perfecto. Pero este improvisado clan delictivo dejó un cabo suelto que le permitió a la hija de la víctima realizar una serie de conjeturas cuando entró a la casa de su padre y además de hallarlo inmerso en un sueño profundo se topó con todo revuelto.
Al entrar a la casa donde vive su padre, descubrió que estaba bajo los efectos de un somnífero. En la mesa había una taza que ella no conocía y de forma inmediata realizó una proyección sobre lo que le podía haber sucedido a su papá.
Recién después de varias horas, el hombre pudo despabilarse y le contó, inocentemente, que su vecina había estado la noche anterior en el lugar para llevarle una taza de café ya preparada.
Y le detalló que luego de tomarla, se quedó profundamente dormido.
Apuntó además que le había parecido haber visto, entre sueños, a la pareja revisando muebles y pertenencias. Pero como el sueño lo vencía, se volvió a dormir.
La hija del jubilado fue la que constató que en el lugar faltaban sus tarjetas de crédito y débito, su celular, un reloj y parte de su jubilación.
En el allanamiento que hicieron en la casa de los sospechosos constataron que tenían objetos personales de la víctima.
Se informó además que por estas horas el contenido de la taza está siendo sometido a rigurosos análisis para determinar qué sustancia emplearon para dejarlo fuera de acción o cualquier posibilidad de defensa.
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