Pretendió cerrar el partido, pero River fue tenaz

Detrás de la tristeza, el León se trae las buenas tareas de Mansilla y Cetré. El arquero se reivindicó por completo y resultó un sostén decisivo

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Por MARTIN MENDINUETA

@firmamendinueta

Estudiantes pasó de sentir que tenía casi todo lo que había ido a buscar, a quedarse sin nada. La perseverancia ofensiva de River pudo más que sus groseras fallas en defensa y le permitió a Martín Demichelis un desahogo que necesitaba para calmar los ánimos críticos hacia su conducción en el frente interno.

El mismo equipo que se había mostrado endeble y confundido en la primera etapa, salió decidido a seguir atacando sin tomarse un respiro en el complemento y obtuvo el premio gracias a su tenacidad.

Estudiantes, que jugó el partido con mucha seriedad, fue práctico, sólido y eficaz durante gran parte de la pulseada, pero se sintió cómodo defendiendo en su campo, por varios lapsos incluso adentro del área, y terminó triste, con las manos vacías.

La derrota no debiera desencadenar en diagnósticos oscurecidos por el final de la película; el equipo de Domínguez estaba bien plantado, pero la eficacia en ataque de su rival lo privó de la alegría que parecía tener al alcance de la mano.

GRAN ACIERTO DE CORREA, MUY BIEN MANSILLA Y MAL RIVER EN DEFENSA

Estudiantes jugó un buen primer tiempo, aunque su tarea pareció todavía mejor por los errores defensivos y las carencias en ataque de un River que aplacó por completo el entusiasmo de la hinchada millonaria.

Más allá de la sorpresa generada por la formación inicial que dispuso Demichelis, su equipo mostró en González Pirez a uno de sus puntos más bajos. El ex zaguero Pincha marcó siempre desde lejos a Correa y, por eso, a los dos minutos el Pincha sintió que el trofeo exhibido a un costado del campo le hacía un guiño cómplice.

Si algo le podía venir bárbaro a Eduardo Domínguez era empezar ganando bien temprano y acomodarse en el campo para salir con juego largo aprovechando el contragolpe. En ese trámite, con River ansioso por alcanzar el empate, Estudiantes supo jugar y, además, lo mostró tan seguro como atento a Mansilla.

Especialmente ante un remate bajo y contra el palo derecho de Borja, el arquero que había tenido fallas de entidad en Junín, se recuperó de modo contundente.

HABER ATACADO SIEMPRE FUE EL PRINCIPAL MÉRITO DEL CAMPEÓN

El repaso de lo hecho por ambos permite explicar, sólo en parte, el desarrollo de un partido cautivante de punta a punta.

Así como Estudiantes disfrutó el primer tiempo por ser equilibrado y regular, River se quedó con la sonrisa final gracias a no haber renunciado en ningún momento al libreto que lo caracteriza.

Domínguez se había puesto como objetivo adueñarse de la Supercopa y para eso guardó titulares ante Sarmiento, más allá de haber perdido ante Platense. Ahora, sin el festejo tan ansiado y con tres derrotas consecutivas, necesitará entereza emocional y liderazgo convincente para salir a buscar la victoria ante Boca, el próximo domingo.

¿Podría haber atacado más en el segundo tiempo? Si, pero no lo hizo en gran medida por el afán innegociable de quien tuvo enfrente.

No lo perdió Estudiantes. Lo ganó River. El calendario continúa y lo espera, nada menos, que la Copa Libertadores. Estudiantes volvió con pena, pero sigue siendo un muy buen equipo.

Estudiantes

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