Otra renuncia en el Gobierno, en medio de la polémica por los sueldos

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La polémica por los aumentos (luego anulados) de sueldos en el gabinete nacional -incluido el del propio Presidente- se cobró ayer una nueva baja. Al despido del ya exsecretario de Trabajo, Omar Yasín, se le sumó ahora la renuncia Armando Guibert, quien cumplía funciones como secretario de Transformación del Estado y Función Pública.

Guibert, de 75 años e ingeniero industrial de profesión, tenía un vínculo estrecho con el jefe de Gabinete, Gustavo Posse, y con Federico Sturzenegger, quien está a cargo la Unidad Transitoria para la Desregulación de la Economía.

Su salida se produjo pocos día antes de que el Gobierno deba resolver qué hacer con los contratos de una cantidad de empleados públicos a los que se les había prorrogado sus contratos en diciembre por tres meses.

El ahora ex funcionario estaba encomendado a licuar parcialmente los ingresos de la dotación estatal y a planificar los despidos o la no renovación de los contratos de estos mismos.

También había quedado envuelto en la polémica por las subas del 48% en los sueldos del Presidente, la Vicepresidenta, los ministros y secretarios de Estado del gobierno libertario. De la negociación con los gremios estatales, de donde surgió el porcentaje de aumento después aplicado al Poder Ejecutivo, participaron con el rol de empleadores Guibert, en representación de la Jefatura de Gabinete, y Carlos Guberman, por el Ministerio de Economía.

El funcionario saliente, no obstante, adujo “motivos estrictamente personales” en la breve carta de renuncia que envió dirigida al presidente, Javier Milei.

“Por medio de la presente, me dirijo a usted a fin de comunicarle mi renuncia indeclinable, por motivos estrictamente personales, al cargo de Secretario de Transformación del Estado y Función Pública a partir del día de la fecha”, señaló Guibert, quien había asumido su cargo en diciembre pasado y que además era uno de los directores ad honorem del Banco Nación.

Renaper

Por otro lado, la joven militante libertaria Geraldine Calvella, cuya millonaria designación al frente de la Dirección de Fiscalización de Centros de Documentación del Registro Nacional de las Personas (Renaper) había causado revuelo, desistió de asumir en el cargo. La decisión llegó luego de que en redes sociales se viralizara que con 23 años y una breve experiencia laboral como “asesora política” en la Cámara de Diputados, iba a cobrar un sueldo bruto de 2.732.002,60 pesos en el Renaper. Eso motivó que arreciaran las críticas contra Calvella y Milei, “por utilizar al Estado como búnker de militantes”.

 

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