Tigre se acordó de ganar y toma aire

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Para Tigre, el triunfo de anoche sobre Central Córdoba (1-0), en Victoria, tiene un significado especial. Porque consiguió cortar una larga racha sin éxitos (nueve partidos), porque es la primera alegría en esta Copa de la Liga y porque además, logró abandonar el último lugar de la Zona B.

El único gol del encuentro, celebrado en el estadio José Dellagiovanna y controlado por el árbitro Yael Falcón Pérez, fue convertido por Ezequiel Forclaz, en el cierre del primer capítulo.

Para el equipo que conduce Abel Balbo, la derrota fue otro golpe bajo, porque sigue en caída libre y no consigue enderezar el rumbo futbolístico.

Tigre fue mucho más que el Ferroviario. Se dio cuenta enseguida que la victoria era posible si lograba equilibrio en todas sus líneas. Y así fue que desde el comienzo, se plantó ordenado del medio hacia atrás y fue picante cuando encontró espacios.

Central Córdoba tuvo momentos de lucidez, pero su juego no terminó de convencer, más allá de que hizo méritos para llevarse de Victoria al menos un punto. Tigre comienza a respirar más aliviado. El triunfo era necesario.

 

Tigre
Central Córdoba

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