“Guerra Civil”: la película que revivió el debate separatista en EE UU

El filme muestra a un país dividido por un presidente opresor, una advertencia de Alex Garland sobre el presente polarizado

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Es un momento convulsionado, polarizado, de renacimiento de los nacionalismos: los movimientos separatistas florecen en el mundo, y mientras esperamos la Tercera Guerra Mundial, en Estados Unidos mismo una película ha revivido la división entre norte y sur que incitó la Guerra Civil en el país del norte.

Esa película es hoy la más taquillera en Estados Unidos, y llega a los cines locales el jueves: “Guerra Civil”, de Alex Garland, retrata a un presidente de tres mandatos -uno más de lo permitido- en Washington luchando contra fuerzas separatistas de California y Texas.

Una película de “resonancia incómoda en estos tiempos políticamente polarizados”, lanzó The Atlantic, mientras que la Rolling Stone dijo que “podría confundirse accidentalmente con el presente”.

Pero, ¿qué tan posible es este escenario? Donald Trump fue criticado recientemente por bromear sobre ser “dictador” desde “el día uno” si gana las elecciones y regresa a la Casa Blanca. El expresidente enfrenta cargos por conspirar para anular los resultados de los comicios de 2020, cuando perdió frente al demócrata Joe Biden.

La violencia política se respira al norte, como también en nuestro país, donde crece la tensión entre oponentes políticos, también la presencia de fuerzas de seguridad en las manifestaciones y hasta la persecución en redes sociales. Hay un clima de época, y también ciertas estrategias “prestadas” del trumpismo que nos han traído hasta acá.

LA PELÍCULA

A ese clima de época responde Garland, el director de “Ex Machina”, que elude de forma deliberada los orígenes concretos del conflicto.

Garland afirma que la película pretende ser “una conversación” sobre la polarización y el populismo. “No necesitamos que nos lo expliquen: sabemos exactamente por qué puede ocurrir, sabemos exactamente cuáles son las fallas y las presiones”, dijo el director.

El “presidente de tres mandatos” de la película parece invocar los temores de muchos estadounidenses de que Trump, si es reelegido, intente desconocer el plazo máximo de dos periodos presidenciales y quiera buscar un tercero.

Es que el cineasta trabaja con la ciencia ficción y la distopía, pero siempre a partir de cuestiones reales: sus películas han evocado vívidamente una pandemia provocada por un virus (2002, “28 días después”) y una inteligencia artificial incontrolable (2014, “Ex Machina”), por ejemplo.

No es que sea un visionario, dice él: es que las realidades omnipresentes no exigen grandes saltos de visión.

Garland escribió “Guerra Civil” en 2020, cuando las sociedades de todo el mundo se desintegraban a causa del COVID y la perspectiva de un colapso social estaba en la mente de todos. “Por aquel entonces era ensordecedor”, afirma Garland. “Así que, en cierto modo, está un poco pasado de moda. De hecho, es opresivo”.

“Guerra civil” es un intento ominoso de convertir las ansiedades ampliamente extendidas en Estados Unidos en una realidad violenta e inquietante en la gran pantalla. La película de Garland se estrenó el pasado viernes, día del aniversario del comienzo de la Guerra Civil en 1861. Y llega a los cines pocos meses antes de unas elecciones presidenciales trascendentales, lo que la convierte potencialmente en la película más explosiva del año en Hollywood.

“Cuando las cosas se derrumban, la velocidad a la que colapsan tiende a sorprender a la gente”

Alex Garland, director de “Guerra Civil”

La historia es la siguiente: en una guerra que ya ha asolado el país, California y Texas han unido sus fuerzas contra un presidente fascista (Nick Offerman) que se ha hecho con un tercer mandato y ha disuelto el FBI. Una banda de periodistas (Kirsten Dunst, Cailee Spaeny, el brasileño Wagner Moura) se abre camino hacia Washington. Gran parte de la inquietud de la película proviene de ver encuentros viscerales de la guerra -bombardeos, tiroteos y ejecuciones- en suelo estadounidense contemporáneo. (”Guerra civil”, para aprovechar las desgravaciones fiscales, se rodó en su mayor parte en Georgia). Para todos los que en los últimos años se han preguntado “¿hasta dónde puede llegar lo malo?” hay aquí una respuesta aleccionadora.

“Cuando las cosas se derrumban, la velocidad a la que colapsan tiende a sorprender a la gente, incluso a personas como los servicios de inteligencia, cuyo trabajo consiste en vigilar y predecir cuándo ocurrirán estas cosas”, declaró Garland en una entrevista reciente. “Las cosas siempre están en un estado ligeramente más peligroso de lo que podría parecer”.

La rapidez con la que la sociedad puede desintegrarse fascina desde hace tiempo a Garland. Las democracias occidentales, dice, pueden apoyarse demasiado en su sentido del excepcionalismo. Para él, “Guerra Civil” no es un acto de cinismo. Es un disparo de advertencia.

“Sus consecuencias son tan graves que no tomarse en serio la amenaza sería, en sí mismo, otro tipo de locura”, afirma Garland. “Sería simplemente complaciente”.

 

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