“La postura oficial pone en riesgo a nuestro país”

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El director del Centro Ana Frank para Argentina y América Latina, Héctor Shalom, advirtió hoy que la postura del presidente Javier Milei en el conflicto entre Israel e Irán “incrementa el riesgo”, principalmente, para los judíos en la Argentina.

Luego de que se avivara el conflicto internacional y que el Gobierno argentino se expresara a favor de Israel, el referente de la comunidad judía cuestionó la búsqueda de “protagonismo” del mandatario nacional, que el domingo encabezó una reunión del Comité de Crisis para analizar la situación. “Desde el 7 de octubre (cuando se dieron los ataques armados en Israel) el crecimiento de los discursos antisemitas ha sido exponencial. Esto hace que haya un riesgo en las instituciones judías en el mundo”, consideró Shalom.

En declaraciones radiales, el director del Centro Ana Frank sostuvo que la “Argentina por algunas razones fue elegida para los atentados (de 1992 y 1994), porque es posible encontrar socios locales, porque la impunidad finalmente se consigue, la triple frontera”, etcétera.

Evaluó que “por supuesto la defensa del Estado de Israel es importante”, pero el Gobierno “debería tener una posición mas pacifista que belicista”.

Temor en la zona de la sede de la AMIA

Ante la escalada del conflicto entre Israel e Irán, vecinos y trabajadores del edificio de la AMIA comenzaron a evidenciar el temor a un atentado terrorista, como el ocurrido en la sede judía 30 años atrás.

La situación, exacerbada por las declaraciones de Israel sobre responder al ataque de Irán con misiles y drones, llevó a los residentes de la zona a buscar formas de protegerse ante un posible ataque. “Si algo pasa, es salir corriendo para el sótano”, expresó uno de los vecinos, reflejando un gran nivel de preocupación. Otro residente añade: “¿Cómo no vamos a estar con miedo?”.

Los recuerdos de los dos atentados en Argentina, incluido el ataque a la AMIA en 1994, están presentes en la mente de los vecinos. “Siempre cuando vengo del lado de Avenida de Mayo veo policías, perros antibombas, ahí sí te da miedo porque piensas que algo puede llegar a pasar”, confiesa uno de los trabajadores locales.

La incertidumbre se ve agravada por la ausencia de empleados en la embajada, generando preocupación entre los residentes.

A pesar del respaldo gubernamental a Israel, las familias de los trabajadores les piden cerrar los negocios por seguridad.

“Somos carne de cañón”, advierten.

El malestar continúa, alimentado por las declaraciones del presidente de la DAIA, quien no descarta la posibilidad de nuevos ataques en Argentina o en otros países.

 

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