Las segundas marcas, al frente: rebusques de la crisis en el almacén
Edición Impresa | 4 de Abril de 2024 | 02:14

Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas de alimentos y bebidas cayeron 33,3 por ciento anual en febrero y acumularon una baja de 35,2 por ciento en los primeros dos meses del año frente al mismo periodo de 2023. Esa caída tiene correlato en otro fenómeno ligado a la pérdida del poder adquisitivo: un informe de una consultora privada indica que en el corto plazo, comenzó a crecer una migración de productos premium al mainstream (más populares) o low value (bajo precio). Con algunas sutilezas, esos cambios se dan en todos los rubros (bebidas, alimentos, limpieza, y cosmética).
El mismo documento indica que en medio de la crisis, los supermercados son el canal que mejor “resiste”, aunque la eliminación del programa oficial “Precios Justos” produjo una fuerte desaceleración de consumo en diciembre-enero según la consultora. Almacenes y autoservicios se contrajeron pronunciadamente a lo largo del país en dicho bimestre en comparación al mismo mes del año anterior.
En ese sentido, otro informe privado resalta que solo 3 de cada 10 consumidores pudo mantener sus hábitos de compra en los últimos meses. En una encuesta, se reveló que más de la mitad de los consumidores indicaron haber cambiado sus hábitos de consumo, “resignando marcas y productos preferidos para dar espacio a opciones más económicas”.
El 51 por ciento de los encuestados aseguró haber dejado de comprar sus marcas preferidas para cambiarlas por otras más económicas, mientras que el 52 por ciento dijo haber elegido otras categorías más baratas.
Esta situación es validada por los comerciantes de la Región, que ven como semana a semana sus clientes dejan de comprar algunos productos por “caros”, lo que los obliga a buscar marcas alternativas más económicas para satisfacer las necesidades de la gente.
costumbres argentinas y fideos
“Hace rato que la gente está dejando las primeras marcas. En mi negocio, que es de barrio, hace meses que los fideos premium casi no salen. La gente ha bajado mucho a marcas que son poco conocidas y pretende que un paquete de pasta seca no supere los 700 pesos”, comentó Ricardo Cuevas, almacenero de Berisso y dirigente de la Federación del sector.
“Algo similar pasa con la salsa de tomate. Son productos donde los clientes no valoran tanto la marca y se llevan las más baratas sin problema. Con el chocolate en polvo, es lo mismo, las primeras marcas, como el del conejito, la gente ya no las compra”, dijo el comerciante que agregó que “muchos no te dicen que ya no les alcanza sino que tal producto no les gusta más. A veces, a la gente le cuesta decir que no tiene plata”.
Para Cuevas, el caso del atún es uno de los más notorios: “El que compraba lomito, ahora lleva en trozos y el que llevaba en trozos compra desmenuzado”.
Otra mercadería clásica que los almacenes siempre tienen es el azúcar. “En proporción, vendo 2 o 3 unidades de la segunda marca frente a un paquete de la marca más conocida”.
El tema de los lácteos es particular en los comercios de barrio, ya que las empresas con capacidad de logística para distribuir son las que dominan el mercado y no tienen demasiada variedad de precios.
Distinto es, como refleja Cuevas, lo que sucede con la manteca, donde la diferencia de precio entre una primera y segunda marca es de hasta 450 pesos en el formato de 200 gramos. “Los clientes no están probando la manteca del paquete, se la ponen a los fideos, a la polenta o a una torta, entonces compran la más barata”, contó el almacenero.
En cuanto a la harina, el referente explicó que “como no se utiliza todos los días, las marcas más económicas no salen tanto”.
En el arroz, que estuvo varios meses en falta y aumentó muchísimo su valor al público por la sequía, “la gente se ha adaptado a los más baratos. Hoy en día, los blancos comunes de segundas marcas empezaron a venderse más. El doble Carolina en caja o el que no se pasa, ya casi no los compran porque son muy caros”.
Algo que según Cuevas ya nadie compra son los morrones en lata, que los tiene que vender por 2 mil pesos la lata y no es algo de primera necesidad.
“Ya se ve cómo va a pintar este invierno con los chocolates. Ahora, cualquiera ronda los mil pesos. Va a caer mucho la venta. Los clientes consultan por mercadería que hace años no traigo, como la mermelada envasada en plástico o el aceite mezcla”, enfatizó el almacenero.
“Las galletitas de agua, que siempre me manejé con las tres más conocidas, ahora quedan en la góndola y los clientes se llevan las marca `cuchuflito´”, ejemplificó Cuevas.
Si hay algo que caracteriza a al argentino es que tiene predilección por alguna marca de yerba en particular, y sin embargo, este comerciante consultado refutó esa teoría: “ya no está el fanático que sigue una yerba, los clientes cambian de marca según el precio. Lo mismo en el matecocido y las especias. Las marcas líderes siguen vendiéndose más, pero si pongo una más económica en la góndola se lo llevan”.
“Por los altos precios, se ha vuelto a la venta de papel higiénico por unidad”
Respecto a los productos de higiene personal y limpieza, Cuevas indicó que “en el jabón para la ropa, la gente sí busca las segundas marcas, sólo pide que sea líquido para que no rompa el lavarropas automáticos. En el desodorante de piso, las lavandinas y los desodorantes en aerosol, también se venden más las segundas marcas”.
Y de papel higiénico, “el tema es terrible, porque aumentó muchísimo. El doble hoja hace meses que no lo traigo porque es carísimo. En los mayoristas, donde más gente se agolpa es en las góndolas de papel higiénico y servilletas. Miran precios, comparan la cantidad de metros y la calidad, porque como pueden comprar por bulto y es algo que no se hecha a perder, llevan de a muchos. Y se ha vuelto a la venta de papel higiénico por unidad”, relató el almacenero.
“A todo esto hay que agregarle la distancia que tenemos los almaceneros frente con los grandes cadenas de supermercados e hipermercados, que además de que ellos compran camiones de mercadería, en muchos casos tienen marcas propias de varios productos y las venden a precios que nosotros no conseguimos en los mayoristas”, finalizó el referente del rubro.
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