Un disparo letal y 26 armas policiales secuestradas

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La causa que investiga la muerte de Nahuel Silva en Tolosa, un joven de 19 años con frondoso prontuario penal y, que tenía un pedido de captura vigente, está rodeada de un enorme misterio. Es que en las últimas horas se confirmó el adelanto de EL DIA en su edición anterior: Silva murió por el disparo que recibió en la cabeza, y no por el presunto choque a bordo de una moto cuando intentaba huir de la Policía, una de las versiones que trascendió tras su deceso.

Según el informe forense que se realizó en la Morgue Judicial, Silva recibió un disparo letal en el lado izquierdo de su cabeza, de atrás hacia adelante. Y como el plomo le quedó incrustado en el cráneo, pudo ser extraído por los legistas para cotejo pericial. Ahora bien. Como cada proyectil tiene pequeñas estrías, como si se tratara de un rastro de ADN que lo vinculan necesariamente con una pistola, se podrá determinar a través de un estudio el autor del disparo.

En ese marco de semejante hermetismo, hay 26 agentes de la DDI La Plata que están en la mira de la fiscal Cecilia Corfield. Según pudo saber EL DIA, Corfield pidió el secuestro de sus armas reglamentarias para la realización de un informe técnico que determine cuál es el arma que mató al joven que era buscado por una causa de robo agravado.

Como bien informó este diario, el hecho ocurrió el último jueves en la zona de las calles 528 y 18, en La Favela, donde se encontró otro proyectil, que también será analizado.

“Al menos hubo dos disparos”, refirió un pesquisa de la causa y añadió: “respecto de la hipótesis del suicidio, al menos por ahora está descartada”, dijo. Silva tenía un frondoso prontuario penal y pedido de captura vigente, y era familiar del ladrón abatido por un comerciante en Tolosa.

 

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