Rafael Felipe Oteriño: el poeta platense que conmueve y crea “palabras en el tiempo”
Edición Impresa | 16 de Junio de 2024 | 06:57

Rafael Felipe Oteriño, nacido en La Plata en 1945, ha dejado una marca indeleble en la poesía contemporánea en lengua española. Académico de número de la Academia Argentina de Letras desde 2014, su obra sigue siendo considerada “de culto” entre los lectores argentinos. Con trece libros de poemas y dos ensayos, ha demostrado que la poesía es más que un refugio estético: es una voz necesaria en el diálogo sobre la existencia y el mundo que se habita.
Hace algunas semanas, en una ceremonia virtual cargada de emoción y reconocimiento, el destacado poeta y académico argentino, fue galardonado con el prestigioso Premio del Instituto Literario y Cultural Hispánico (ILCH) en Estados Unidos. Este reconocimiento se otorga a escritores que han dejado una huella indeleble en la literatura hispanoamericana, destacando su capacidad para construir un mundo poético desde la cotidianidad.
Desde su residencia en Mar del Plata, Oteriño expresó su agradecimiento a través de una conexión por Zoom. “Agradezco esta distinción con una frase que no por reiterada es menos significativa. Digo que la recibo en nombre de la poesía. Por lo común, la poesía no recibe honores, pero -como en este caso- los propicia”, afirmó el poeta -tal como publicó Daniel Gigena en La Nación-, quien también ha sido profesor de Derecho y juez. Sus palabras resonaron con una profunda reflexión sobre el papel revitalizador de la poesía en un mundo en constante cambio.
Altas lluvias (1966), Campo visual (1976), Y el mundo está ahí (2019), Lo que puedes hacer con el fuego (2023), Una conversación infinita (2016) y Continuidad de la poesía (2020) son algunas de las obras del autor. Además, la “Antología personal”, que recopila trece poemarios dados a conocer desde 1966 hasta 2023.
Durante su discurso de agradecimiento, Oteriño destacó la capacidad única de la poesía para ofrecer una perspectiva alternativa y crítica sobre la realidad. Citando a Antonio Machado, describió la poesía como “palabra en el tiempo” y también “palabra en el espacio”, subrayando su dimensión estética en la página en blanco y su rol fundamental en la comunicación humana.
“La poesía es un lenguaje en estado especial: un lenguaje dentro del lenguaje. Anterior a la narrativa, al ensayo, a la ciencia, a la dramática, a la filosofía, solo la música le es contemporánea: son, podríamos decir, primas hermanas”, reflexionó Oteriño, enfatizando la necesidad de la poesía en tiempos de incertidumbre y cambio.
Uno de los aspectos más destacados del discurso de Oteriño fue su alusión a la conciencia ambiental inherente a la poesía. Recordó las advertencias del físico Stephen Hawking sobre el calentamiento global y los riesgos de la inteligencia artificial, y cómo estos temas no son ajenos a la poesía. “La poesía siempre supo que nuestro planeta es un arca frágil y que en él somos huéspedes y pasajeros. De esa percepción nace la mirada hospitalaria que suele darnos”, afirmó, resaltando el compromiso de la poesía con la preservación del planeta.
En un mundo donde la poesía ha perdido espacio en los medios convencionales, Oteriño ve un futuro resiliente para este arte. “La poesía ha perdido espacio en los periódicos, lugar en los salones, y el protagonismo que supo tener está acotado a los recitales convocados por los propios poetas. Pero ha definido su perfil”, afirmó, destacando la capacidad de la poesía para adaptarse y seguir siendo relevante.
Editorial: Pre-Textos
Páginas: 92
Precio: $18.000
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE