Drama sin límites en La Plata: tiene 96 años, sufrió un asalto en Gonnet y tuvo que encerrarse
Edición Impresa | 19 de Junio de 2024 | 03:21

El delito en La Plata, se sabe, carece de límites y no solo porque se desparrama por todos los rincones de la Ciudad. Tampoco reconoce barreras etarias, ya que le puede tocar a un chico cuando va a la escuela, a un joven en la calle o a un jubilado dentro de su vivienda. En ese sentido, se trata de un drama interminable, inclusivo e igualitario.
Ahora lo sufrió un hombre de 96 años y en una zona residencial del partido, donde también la inseguridad hace estragos.
De acuerdo a lo que pudo saber este diario, en una propiedad de la calle 493 entre 27 y 28, la víctima se encontraba junto a una enfermera, en el sector del living, cuando sintió el estallido de un vidrio y, enseguida, el sonido de la alarma.
Asustados por una situación que, notaron, era muy extraña, decidieron desplazarse lo más rápido que pudieron hasta una habitación, en la que se encerraron un buen rato.
La idea era tratar de guarecerse hasta que pudieran estar en condiciones de saber qué había sucedido.
Según fuentes del caso, las víctimas del robo decidieron no hacer la denuncia por lo ocurrido
En ese ínterin, hubo una comunicación con el 911 y con el hijo del jubilado, que residiría a pocos metros del lugar, quien acudió de inmediato en su auxilio.
Si bien se desconoce si en ese momento estaba en la casa o, en su trabajo, lo concreto es que apareció en la escena para tomar contacto con el padre y la asistente. Ya estaba la Policía y un móvil de la empresa de seguridad privada.
Ellos, por los damnificados, estaban bien, pero se descubrió que habían sido blanco de un robo.
Quienes ingresaron en el domicilio, con mucha audacia por las características del predio, lo hicieron a través de una ventana y lograron apoderarse de un televisor, que habría sido el único elemento que se llevaron. Al menos eso fue lo que se denunció en ese instante de nerviosismo.
Acto seguido, de acuerdo a calificadas fuentes del caso, pese a la sugerencia de los efectivos para que se acercaran a la comisaría decimotercera a radicar una exposición formal por el evento, en la familia habrían mostrado un escaso interés de hacerlo.
Incluso, según agregaron los mismos voceros, presuntamente pidieron que no se convoque a personal de Policía Científica para el levantamiento de rastros.
Es por eso que ahora, de confirmarse la falta de aporte por parte de los ofendidos del delito, la investigación deberá necesariamente transitar por carriles oficiales. Esto es a través del relevamiento de cámaras de seguridad del barrio, para saber si se obtienen imágenes del o los autores del ataque, así como de eventuales testigos.
Si quien ingresó en la finca -o quienes lo hicieron- contaban o no con información precisa de las particularidades del inmueble, al menos por ahora es pura conjetura y, de hecho, nadie está en condiciones de descartar hipótesis.
Todo estaría bajo examen y abierto a lo que arrojen las diligencias de prueba.
En principio, en una vivienda de las condiciones de la escogida para el robo, es de presumir la existencia de equipos fílmicos.
Alarma había y eso fue incluso lo que permitió al hombre de 96 años y a su enfermera ponerse a salvo.
Lo que sí no admite discusión alguna, es la audacia del o los ladrones, quienes se arriesgaron y mucho al ingresar en dicha propiedad.
Se indicó que en las actuaciones tomó conocimiento la UFI Nº 9 de La Plata.
ANTECEDENTES
El 12 de junio pasado, en Centenario y 56, una jubilada de 94 años, italiana, había sufrido una embestida dentro de su propio hogar, en el que además le dieron un par de cachetadas.
Se sabe que el delito en la Ciudad no muestra piedad, ni siquiera con los adultos mayores
A la mujer le exigieron la entrega de 100.000 dólares, aunque lejos de ese botín se tuvieron que conformar con “10 mil pesos, un Televisor Led, de 32 ó de 34 pulgadas, y un celular”.
Por su parte, a fines de mayo, en 72 entre 17 y 18 de Altos de San Lorenzo, dos delincuentes redujeron a una mujer de 90 años, a quien inmovilizaron en un dormitorio de su domicilio.
Tras la huida de los ladrones, la mujer no tuvo la posibilidad de pedir ayuda y quedó un rato largo tendida en el piso.
Según se informó, fue un empleado de taller de chapa y pintura ubicado en la parte baja de la vivienda, el que advirtió la “puerta abierta” y posteriormente se topó con la mujer tirada, a quien desató y la recostó en una cama. Al rato, por precaución, la llevaron al hospital San Juan de Dios.
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