Los boludos sean unidos, porque esa es la ley primera
Edición Impresa | 30 de Junio de 2024 | 04:07

Por IRENE BIANCHI
irenebeatrizbianchi@hotmail.com / @IRENEBIANCHI
¿Festejaron el jueves, chicas?
¿El jueves? ¿Por? ¿Qué se festejaba?
27 de junio, Día Nacional del Boludo, ¿no sabían?
¡Ni idea! ¿Es nuevo?
Arrancó allá por el 2009, por una campaña viral de influencers, bloggers, creadores de contenido. Hasta inventaron un “boludómetro” para saber qué nivel de boludez tenés.
¿Y cuál sería el criterio para medirlo?
Cuanto más cumplís con tus obligaciones cívicas, más boludo sos.
No entiendo. ¿No es al revés? ¿Cómo sería? Dame un ejemplo.
Un tipo que encuentra una billetera con guita y se la devuelve a su dueño, sería un boludo.
Y el que paga todos los impuestos?
Otro.
Pero “boludo” ¿es un insulto o un halago?
Depende. Zona gris. ¿Vos nunca te sentiste una reverenda boluda, Sofi?
En el chino el otro día. ¿Viste que nunca te dan fiado ni te perdonan un centavo? Bueno, fui una boluda cuando se equivocó en el vuelto y me dio demás. Se lo devolví.
¡Qué boluda!
Es que prefiero tener la conciencia tranquila y dormir bien a la noche.
¿De dónde vendrá la palabra “boludo”?
Te desasno, Mimí. Viene de la época de la guerra de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata contra las tropas españolas. Parece que ponían en la primera fila a los criollos más habilidosos con las boleadoras y con piedras atadas con tiento. A ésos se los llamaba “boludos” o “pelotudos”, porque esas armas eran como pelotas que hacían caer a los realistas de sus caballos. Eran los más valientes.
Pero esa campaña que se hizo viral en el 2009, ¿qué intención tenía?
Supuestamente destacar los buenos valores de los que hacen las cosas bien, en lugar de recurrir a la “viveza criolla” y sacar ventaja.
A mí me parece que, salvo los que tienen la sartén por el mango y el mango también, todos los demás somos recontra boludos.
Y sí. Si dejamos que diputados y senadores se auto aumenten los sueldos “a piacere” sin chistar, nos merecemos ese mote.
El que se hizo el dolobu levantando la mano solapadamente, furtivamente, fue el radical ruliento. Un papelonazo que quedará para la historia.
Quiso disimular y quedó en evidencia.
¿No colarse es de boludo?
¡Claro! Sin ir más lejos, los del “Vacunatorio Vip” fueron unos vivos bárbaros.
El mismísimo Alverso lo dijo: “Colarse no es un delito”.
Ay, no sé, chicas. Tendríamos que nacer de nuevo para dejar de ser tan boludas. Somos demasiado correctas y aburridas. Piensen en todos los años que aportamos y hoy cobramos la mínima. Más boludas, imposible.
¿Es lo mismo ser boluda que hacerse la boluda?
Yo confieso que a veces “me hago la boluda”. Como cuando me cruzo con alguien que no banco y me paro a mirar una vidriera para no saludar.
Yo tengo un bastón en el auto, y lo bajo cada vez que hay cola en el cajero automático. Doy lástima y me dejan pasar.
Bueno, amigas. Paguemos la cuenta antes de que alguna se haga la boluda y se vaya antes. Está caro el vermú. ¡Chin, chin!
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