“Legítima defensa”: el policía de La Plata que mató al ladrón, sin riesgos procesales
Edición Impresa | 4 de Junio de 2024 | 03:08

La inseguridad se expresó con otra álgida historia en la Zona Norte de la Ciudad. Fue en la noche del domingo con un robo que terminó mal. Esta vez para los delincuentes, porque uno de ellos entró en una casa del barrio El Rincón, pero no salió, ya que cayó muerto de cuatro balazos. Tres en el pecho y el restante en una pierna.
El asaltante abatido, que era parte de un grupo más numeroso, venía de un raid impresionante, con al menos otros dos robos en su haber (ver aparte), pero se topó con la justificada acción de un policía, dueño de la propiedad, quien al ver a su mujer en riesgo, sacó su arma reglamentaria y disparó varias veces.
Lo de la acción justificada está plasmado en la intervención judicial, porque al margen de tomarle declaración informativa, en los términos del inciso quinto del artículo 308 del Código de Procedimiento Penal bonaerense, fue al solo efecto de constatar la vinculación entre sus dichos y lo que se desprendió del análisis de la escena.
En ese marco, como el aporte testimonial no arrojó discordancias ni diferencias, siendo “un caso típico, de manual”, ya que “era él o los delincuentes”, no se adoptó temperamento alguno que ponga en riesgo su libertad ambulatoria. Tampoco significaría obstáculos para su actividad profesional, al margen de cualquier peritaje en desarrollo.
Como se anunció a lo largo de toda la jornada de ayer, el brutal incidente se registró anteanoche, minutos después de las 21, cuando la pareja del agente, que también es policía, aunque trabaja en Capital Federal, llegaba a su domicilio de visitar a la madre.
Según el reporte oficial, cuando se estaba bajando del coche, aparecieron los ladrones, que la ingresaron en el domicilio a empujones y la tiraron en el piso del comedor, bajo amenazas.
En todo ese sector de La Plata, se sabe, la visibilidad es casi nula por las noches, atento la escasa iluminación artificial que existe en la vía pública.
Con calles de ripio y, a pocos metros de un curso de agua, el terreno era casi ideal para una incursión sin levantar sospechas.
Sin embargo, como se dijo, el blanco elegido fue equivocado, ya que siendo las víctimas policías, tuvieron poder de fuego para repeler la agresión.
Tanto que, al saltar la denuncia por un llamado que ingresó a través del 911, los primeros efectivos que llegaron al lugar se toparon con un cuerpo tirado sobre el césped, en la parte delantera de la finca, que estaba boca abajo y aparentaba no tener signos vitales.
Después se confirmó que se trataba de un joven de 17 años, con residencia en City Bell, al menos denunciada, cuyos antecedentes ahora se intentan determinar, aunque se presume que posee un historial en el mundo del hampa.
Al parecer, los autores del golpe, que se desplazaban en un Peugeot 206 oscuro, efectuaron detonaciones dentro del inmueble cuando escucharon que de la planta alta le gritaban “alto Policía”.
La respuesta no tardó nada y, en segundos, se produjo un desbande generalizado.
Eran presuntamente cuatro, de los cuales huyeron tres y con algunos efectos de valor. El restante miembro de la banda murió en el intento.
Error fatal. La casa elegida para el robo era de dos policías / EL DIA
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