
"Depósito clandestino" y clausuras previas: el revelador informe por el incendio en La Plata
"Depósito clandestino" y clausuras previas: el revelador informe por el incendio en La Plata
Investigan una camioneta que estacionó minutos antes del voraz incendio del depósito de La Plata
Aumentó la VTV: cuánto cuesta hacer el trámite desde hoy en la provincia de Buenos Aires
Llegó la ciclogénesis a La Plata: cuándo se va la tormenta y llega el frío
La IA desplaza a los humanos: de pedirle que haga un trabajo a perder el empleo
Liberaron a concejala de Quilmes detenida por escrache a José Luis Espert
Estudiantes, en caída libre: un proceso que lleva un año en retroceso
Gimnasia y un torneo aparte: ¿cómo quedó en la lucha por no descender?
En el Congreso de Estados Unidos le rindieron homenaje a las víctimas de la AMIA
A solo $9.990 | Pedí "El Caballo Coco", un libro con sonido y para pintar
El nuevo reparto de ATN le daría a Buenos Aires $67 mil millones más
Piñas van, piñas vienen: fuerte reacción de Fernanda Iglesias al filoso descargo de Yanina Latorre
A 80 años de “Trinity”: la prueba que cambió el orden global
Oportunidad para vender su auto usado publicando GRATIS sábado y domingo
Cómo está Nico Vázquez tras su reciente separación de Gime Accardi
Cayó "El Churry", un peligroso ladrón sospechado de ser el autor de un brutal crimen en La Plata
“Los dólares o tus dedos”: una banda lo torturó y le vació las cuentas
Dolor en La Plata por la muerte del ingeniero y docente Héctor Rodolfo Demo
Lazos narcos y la trama rosarina en la causa del fentanilo mortal
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
David tenía apenas 16 años cuando, tras ganar un concurso literario auspiciado por Estudiantes de La Plata, entró a trabajar en el diario EL DIA. Ese año culminaría el bachillerato en el Colegio Nacional, con calificaciones que lo señalaron entre los mejores egresados y le valieron uno de los premios por su esfuerzo intelectual.
Por ser aún menor de edad, su primer puesto en EL DIA fue como cadete, una posición con la que pudo conocer de primera mano el funcionamiento interno del periódico.
De cadete saltó a la redacción, en donde pasó por diferentes secciones, desde deportes y parlamentarias hasta universitarias. Aunque su faceta como editorialista todavía se recuerda. En el diario usó varios seudónimos, siendo Pancho Villa uno de sus más conocidos.
Por su destacado trabajo como periodista del campo universitario, una sección que le revertía especial interés debido a sus antecedentes en la militancia estudiantil y a que todavía no se había recibido, David jugó un rol fundamental. Con amigos como Aquiles Martínez Civelli que eran los principales protagonistas de la escena universitaria de la época, y que le ofrecían sus testimonios con absoluta confianza, David publicó destacadas crónicas que han quedado en la historia, como las que formaron parte de su cobertura sobre la intervención de la UNLP en octubre de 1945.
A base de esfuerzo y constancia, David no sólo se ganó la estima de sus compañeros sino también de sus superiores que, primero, le confiaron la redacción de los editoriales, y luego, ya egresado como abogado, la defensa legal de EL DIA.
Como abogado del diario atravesó, tal vez, el proceso legal más importante de su vida profesional.
Un joven David Kraiselburd, al lado de la máquina de escribir: su aliada
Corría 1949 cuando los accionistas de EL DIA hicieron un acuerdo con el gobernador Domingo Mercante y le cedieron el 33% de las acciones a cambio de cinco diarios, entre ellos, El Plata, El Argentino y El Atlántico de Bahía Blanca.
Pero Carlos Aloé, que culpaba a Mercante por haberse opuesto a la reforma constitucional para posibilitar la reelección del presidente Perón, le quitó las acciones de EL DIA, y dispuso su intervención.
El diario fue controlado por el peronismo hasta 1956 cuando, de manera poco formal, y a través de una llamada telefónica, les anunciaron: “háganse cargo de su diario”.
Pero David y Arturo Sampay, como abogados, aconsejaron que la normalización debía hacerse a través de una sentencia judicial. Tras debatirlo con los accionistas Stunz, Noriega y Mercante, finalmente iniciaron las acciones judiciales para reivindicar su propiedad.
Fue un proceso desgastante, lleno de objeciones, que duró seis años y por el que David siempre se sintió responsable, pero del que estaba absolutamente convencido.
La sentencia judicial de la Corte Suprema de la Nación llegó en septiembre de 1961 y a David, como reconocimiento por su labor, le dieron el 4,35% de las acciones de EL DIA. Para ese entonces, su influencia entre las autoridades del diario ya estaba más que legitimada y durante la siguiente asamblea de propietarios, en enero de 1962, asumió la dirección.
Desde entonces, David dejó de ejercer la abogacía y, aunque siguió frecuentando a sus amigos anarquistas y relacionándose con la universidad a través de su centro de graduados y otras actividades, su rol como militante mermó y se enfocó plenamente en el periodismo.
Como periodista, estaba convencido de que la objetividad no existía porque se informaba a través de una cosmovisión. De todos modos, pensaba que había que tener la pretensión de ser objetivo o, por lo menos, respetar el otro punto de vista de los demás como una obligación.
Ofreciendo un discurso durante una celebración al cumplirse un año de la normalización de EL DIA tras su intervención
También marcaba a su redacción que para que un diario tuviera éxito, tenía que ser de todos: “Puede tener opinión pero tiene que tratar de contener a todos”.
En 1963, escribió un párrafo definitorio: “En una hora como la actual, en un mundo como el que vivimos y en un país como el nuestro, sólo tiene razón de ser vital, sólo se justifica la dignidad de nuestro oficio ejerciendo un periodismo comprometido. Comprometido como forzosamente tiene que ser la vida misma cuando hay ideales y cuando a la comodidad y al conformismo se los margina con un quehacer sereno, firme y rectamente orientado. Periodismo comprometido en defensa de la libertad, que es condición para su misma existencia, en defensa de los principios democráticos, en defensa de la justicia, en la defensa de todos los derechos esenciales de toda comunidad, que hacen y garantizan honorables condiciones en lo espiritual y material. Y compromiso también en la salvación de la moral ciudadana, que debe relucir con más pureza cuando más encumbrada sea la posición que se ocupe”.
Dueño de una inagotable capacidad de trabajo, tenía una mirada integral. No solo se ocupaba y seguía todo lo que tuviera que ver con lo periodístico, sino además con todos los aspectos que se involucraban en la puesta en marcha de un diario. Era habitual verlo recorrer las diferentes áreas de EL DIA, interiorizando de las situaciones cotidianas de cada una, generando vínculos con los empleados.
Como director, tenía plena conciencia de su responsabilidad y se había erigido en juez de sí mismo para mantenerse fiel a sus ideales y a sus convicciones. Solía decir que era muy duro consigo mismo y que no aceptaba ninguna claudicación. Mantuvo esa firmeza en todas y cada una de las oportunidades en que el diario debió fijar posiciones decisivas frente a acontecimientos cruciales a que lo confrontaba la realidad del país.
David en una visita a la rotativa de el diario de Cuyo, en San Juan
Fue en junio de 1966 cuando, horas antes del derrocamiento del presidente Arturo Illia, llegó a la redacción de EL DIA la proclama de los golpistas, que ningún medio había divulgado cuando ya estaba próximo el golpe militar. El diario lo publicó como denuncia de lo que se aproximaba, ante la indiferencia o el apoyo de gran parte de los argentinos. David Kraiselburd decidió asumir el riesgo y eso determinó que, luego, los detentadores del poder intentaran confiscar el diario. Había que “dar la cara”, como era siempre su elección, afrontar el desafío sin temor, cuando estaban en juego los principios. Su oposición a los golpes de Estado había sido permanente.
Aunque su centro cultural siempre había estado puesto en sucesos europeos, desde la Revolución Francesa hasta la Guerra Civil Española, como director del diario empezó a hurgar y a descubrir que el periodismo norteamericano le llevaba muchos avances de ventaja. Con lo cual, a los 60 años, empezó a estudiar inglés para poder estar a la altura de la circunstancias.
De su denodada actividad como director de EL DIA, al que en pocos años renovó totalmente en su aspecto técnico y empresario, queda en el recuerdo la fundación de la agencia Noticias Argentinas, debida a su inspiración en momentos en que peligraba la libertad de información y cuyo directorio presidió; y su acción en la Asociación de Empresas Periodísticas Argentinas (ADEPA) a la que representó en importantes foros de repercusión internacional, siempre levantando las banderas de los fueros de la prensa libre.
En contra de cualquier tipo de autoritarismo, no le temblaba el pulso a la hora de hablar a través de sus titulares, con los que quedaría en el blanco de grupos extremistas. Recordada es la edición en la que se atrevió a definir a Montoneros como “los Tacuara de izquierda”.
David en un encuentro de prensa internacional
Eran los 70 y, en ese entonces, seguía creciendo la amenaza que significaba el poder adquirido por los representantes de actitudes sectarias, empeñadas también en controlar las universidades, que luego serían intervenidas también por el poder militar. El diario, y particularmente quien era responsable de la línea editorial enarbolando principios de la reforma universitaria, se convirtieron así en un obstáculo también para quienes decían luchar por la “patria socialista”.
El director de EL DIA, que caminaba solo cotidianamente desde su casa al diario, fue un objetivo fácil para los violentos. A quienes le recomendaban prudencia o le señalaban el peligro que corría, les contestaba que esconderse era ceder el campo a la intimidación y el único camino era “dar la cara”. Entonces fue primero secuestrado y luego asesinado.
David Kraiselburd: los ideales que defendió y las alternativas de su vida
David Kraiselburd: secuestro y muerte
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$670/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$515/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí