Críticas a la jueza del caso Loan por el rumbo de la investigación

Fernando Burlando, que asiste a la familia del nene, anoche declaró: “No tienen la menor idea de cómo buscar, de lo que es la Trata”

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Anoche, minutos después de que terminara un nuevo rastrillaje en un campo de la localidad correntina de 9 de Julio, en el que estuvo presente la jueza federal Cristina Pozzer Penzo, quien investiga la desaparición de Loan Daniel Peña el pasado 13 de junio, el abogado Fernando Burlando, a cargo de la representación de su familia del nene de 5 años, lanzó durísimas críticas al corazón de la pesquisa.

“Pobre Loan”, fue la primera frase de su exposición. Y ante una repregunta por el sentido de sus palabras, el letrado platense profundizó: “No tienen la menor idea de cómo investigar un hecho de Trata, un hecho de estas características. Han declarado brujos, videntes y otros personajes, pero no se quieren meter con los teléfonos del poder”, se quejó.

En ese sentido, Burlando agregó que “le pedí cinco veces a la jueza -por Pozzer Penzo- que abra los celulares del abogado que llevó a declarar a Laudelina y no nos dice nada al respecto”.

Lo mismo refirió respecto del legislador provincial Diego Pellegrini, quien, se sabe, fue señalado por la tía de la víctima como el responsable de haber intentado instalar la versión del accidente a cambio del pago de 50 mil pesos, mediante un acuerdo con su ex abogado, José Codazzi.

“Va a tener que dar explicaciones de por qué no peritan esos teléfonos”, reflexionó Burlando en alusión a la magistrada, que ayer centró su atención en un predio próximo a la casa de Abundio Escobar, un ambulanciero que el 20 de junio declaró ante la justicia de Corrientes que había escuchado gritos.

Al culminar el procedimiento, Pozzer Penzo se excusó de hacer declaraciones, basándose en el secreto de sumario y en no generar falsas expectativas “con alguna palabra que pueda ser mal interpretada”.

“Escuché gritos de un nene llamando a la madre”, dijo entonces Escobar, afirmando que eran alrededor de las 18.30 y se trataban de gritos de una criatura y no de un ternero, como los fiscales sugirieron en el trámite de la declaración.

 

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